Nuevamente el Centro de Desarrollo Infantil (CDI) de Cormoranes, en la comuna 7, el mismo que se empezó a construir hace seis años y que está cubierto de grietas, vuelve a poner en vilo al exalcalde de Cúcuta Donamaris Ramírez París.
Esta vez, la Procuraduría General de la Nación formuló pliego de cargos contra Ramírez por presuntas irregularidades en la construcción del edificio que tuvo una inversión que supera los $4.000 millones.
La decisión también cobijó a los exsecretarios de Despacho Área Dirección de Fortalecimiento Corporativo, Jimy Galán Villamizar; de Infraestructura, Oswaldo Grajales Rosas para el año 2013, y Juan Carlos Sierra Castellanos para el 2015, y la secretaria del Área Dirección Relaciones Institucionales para el 2015, Irly Yesenia Sandoval Pacheco.
El órgano de control reprochó el presunto actuar irregular de los secretarios, quienes, al parecer, desconocieron el principio de planeación de la contratación estatal al elaborar los estudios previos y suscribir las contrataciones mediante las cuales se construyeron las etapas I y II del CDI de Cormoranes, que posteriormente presentaron fallas que, hoy, imposibilitan su funcionamiento.
En septiembre de 2018, el exalcalde había sido llamado por la Contraloría a dar su versión de los hechos, luego de que se abriera un proceso fiscal en contra de los contratistas de la obra, los representantes de las entidades municipales involucradas en las contrataciones, y los supervisores, en atención al daño patrimonial.
En esa ocasión también fueron llamados a declarar Yonny Pascual Contreras, actual secretario de Infraestructura, y el alcalde César Omar Rojas.
Parte de la estructura presenta grietas, algunas paredes también han colapsado, y la maleza rodea la olvidada estructura.
Donamaris se defiende
El exalcalde Ramírez aseguró que el problema radica en que la actual administración municipal no ha hecho lo que le corresponde en el CDI, “pues es claro que hay soluciones certificadas para recuperar la obra”.
Indicó que la Alcaldía le ha suministrado información equivocada a la Procuraduría, a su parecer escondiendo que fueron ellos quienes supervisaron y recibieron la obra.
“La fase I del CDI fue contratada en nuestra administración, pero fue la actual la que durante aproximadamente 8 meses acompañó la construcción, la recibió a conformidad y la pagó”, detalló.
“Más allá de eso es importante aclarar que la falla que se presentó fue sobreviniente, por un hecho que era imposible prever a la hora de la planeación y contratación. Yo he confiado siempre en el excelente equipo de profesionales que me acompañaban y a quienes les correspondió contratar la obra. Además de eso había en un equipo interdisciplinario que le hacía seguimiento y me mantenían informado”, agregó el excalde.
Adicionalmente resaltó que existen estudios que reafirman que el CDI, una vez refaccionado se puede poner en servicio.
Ramírez indicó en que una vez lo notifique la Procuraduría, de lo que se está enterando por la prensa, tendrá la posibilidad de demostrar que su versión es cierta y espera que la obra definitivamente se pueda corregir.
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¿Qué pasará con la estructura?
El pasado mes de mayo un delegado de la Contraloría General inspeccionó la obra en compañía del secretario de Infraestructura Municipal, Yonny Pascual Contreras. Allí se dieron unas directrices claras: la obra debería ser rescatada, con el fin de garantizar la atención a la primera infancia (niños entre 0 a 5 años).
El secretario de Infraestructura de Cúcuta indicó que pese a que la obra es recuperable, según concepto técnico sustentado por el equipo técnico de la secretaría y la Universidad Francisco de Paula Santander, la tarea no es fácil.
“La estructura ya se estabilizó. Se ve trágica pero realmente la estructura llegó a un punto donde es estable, por eso creemos que es recuperable”, precisó el funcionario.
Contreras aseguró que desde noviembre pasado la Alcaldía empezó a reclamar las pólizas, estableciendo un argumento administrativo jurídico, el cual aún está vigente.
“Esta semana respondimos unos recursos de reposición presentados por los apoderados de los contratistas y estamos en espera de qué pueda pasar, igualmente están activas las pólizas, esperamos poderle dar una respuesta óptima a la ciudadanía”, agregó.
Por su parte, los habitantes de Cormoranes le pidieron a la Alcaldía realizar las acciones pertinentes para que el CDI pueda ponerse en funcionamiento.
Beatriz Rodríguez, residente de Cormoranes, aseguró que la necesidad de tener el CDI funcionando es apremiante. Aunque en algunas torres vecinas funcionan algunas guarderías, a la comunidad le urge tener una atención más óptima para sus niños.
“Es una lástima que una estructura tan grande se trague la maleza y la mala administración”, dijo indignada.
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Los tropiezos del CDI
Las obras de construcción del CDI de Cormoranes tuvieron varios tropiezos desde sus inicios en diciembre de 2013, cuando el contratista pidió ampliar por seis meses el plazo de entrega de la primera fase.
El 19 de septiembre de 2014 se presentó la primera suspensión de obra, que fue ampliada hasta octubre. En octubre de 2015, se volvió a paralizar, y se reanudó en diciembre. El motivo de las paralizaciones fue que era necesario estabilizar la edificación con taludes. Para tal fin se convocó un nuevo contrato por $999 millones para obras de estabilización y mejoramiento del suelo de cimentación del CDI.
En marzo del 2018, el alcalde César Rojas anunció la demolición de la estructura, alegando en su momento que unos estudios de la UFPS detallaron que salía más caro rescatar la obra que hacerla de nuevo.
