Desde hace varios días, los ciudadanos en las redes sociales vienen debatiendo sobre una medida que ha sido mencionada en encuentros de las autoridades para evaluar el comportamiento de la pandemia de COVID-19 en Cúcuta, pero que no ha sido implementada: una cuarentena estricta en la ciudad que contemple el cierre de comunas o sectores con más contagios, para contener su propagación.
Esta discusión en la opinión pública tomó más fuerza luego que se conoció que en Cúcuta no hay disponibilidad de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) en los distintos centros asistenciales. Pero, ¿es viable una medida así?
En entrevista con La Opinión, el médico pediatra, Andrés Felipe Arias, especialista Infectología, indicó que “lo recomendable es que tuviéramos una mapa de calor para saber el origen de la mayoría de los enfermos, según cada comuna, y definir igualmente sus sitios de interacción (trazabilidad) laboral”.
Afirmó que con ese mapa se puede definir si se requiere cuarentena por sectores o total. Esto significa que la medida debe ser bien trazada para evitar clausuras inútiles de barrios y comunas.
Al preguntársele sobre cómo evalúa el trabajo de las autoridades gubernamentales contra la expansión del virus, Arias señaló que el Comité de Emergencias es deficiente; no cuenta con infectólogos, habiendo tres en Norte de Santander; con intensivistas, existiendo siete; ni con neumólogos, si hay tres especialistas.
“La cabeza debe ser un especialista en infecciones junto a un intensivista, apoyados por Salud Pública y Epidemiología, sobre todo por la dificultad para interpretar pruebas y definir las necesidades de medicamentos”, agregó el médico.
El dilema: salvar la economía o la vida
El reconocido economista Mario Zambrano, quien coordina el proyecto ‘Cúcuta cómo vamos’, indicó que establecer cercos epidemiológicos o cierres por sectores con más infectados podría pensarse como una medida razonable.
“Algunos dicen que se trata de una falso dilema: decidir entre la salud y la economía. Hacer más estricta la cuarentena va tener impactos fuertes en la economía, porque algunas actividades no se podrán desarrollar de la mejor manera, lo que afectará el empleo y el ingreso monetario de las personas y su empobrecimiento”.
Añadió, sin embargo, que si no se toman medidas radicales puede crecer la propagación del virus, lo cual tiene unos costos en la salud bastante altos, porque ya se sobrepasó la capacidad instalada en las UCI.
Aseguró que es bueno y necesario sectorizar la cuarentena, pero esto no es simplemente identificar los niveles de contagio en cada comuna o barrio.
Es importante conocer las razones por las que existen altos niveles de contagio en determinado lugar, si es por indisciplina o desobediencia ciudadana o falta de información y claridad sobre las medias por la pandemia o si existen actividades que llevan a mayor congregación de personas sin las medidas de bioseguridad.
Establecer cierres por la COVID-19 pasa por un esfuerzo de las autoridades, ONG y otras entidades solidarias para la entrega de ayudas económicas y mercados a los afectados, debido a que Cúcuta tiene un 36% de población con pobreza monetaria, casi el 8% con pobreza extrema y 14% de población de inmigrantes venezolanos (60% de ellos pobres), indicadores que reflejan la magnitud del problema.
Mario Zambrano subrayó que esto se suma a las altas tasas de desempleo e informalidad. “Si se extiende y se hace más estricta la cuarentena, hay que ayudar a la gente; de lo contrario, por la necesidad de satisfacer sus necesidades básicas, va a salir a rebuscarse”.
El experto indicó que es importante socorrer a los sectores económicos que son más sensibles a la pandemia, como el de eventos y espectáculos, restaurantes, hoteles, bares, entre otros, así como aquellas empresas ubicadas en sectores con más contagios o que ofrecen un destacado volumen de empleo.
Puntualizó que con controles militares y policías no se puede contener a las personas en sus casas, sino con auxilios económicos.
“El desempleo crece por la pandemia y no por las medidas sanitarias”
Sergio Maldonado, secretario de Desarrollo Social y Económico de Cúcuta, sostuvo que la informalidad y el desempleo crecen con por la pandemia y no por la medidas sanitarias que se toman.
“Esta crisis es de salud y afecta a todos los sectores sin distinción. Las decisiones que se tomen en el PMU buscan, como primera medida, salvaguardar la vida. Los picos de contagio actuales deben ser asumidos con acciones que atenúen el aumento de casos, valorando en la decisión las afectaciones económicas que conlleva”.
Maldonado expresó ya existe una caída muy fuerte en la demanda, lo que indica que los indicadores económicos seguirán en picada, no solo en Cúcuta, sino a nivel mundial. Por ejemplo, Estados Unidos reportó una contracción de su economía del 32% para el segundo trimestre, mientras que Colombia, según el Dane, tiene 4.2 millones de ocupados menos, comparando con junio del año anterior.
“Cúcuta está en un histórico del 33.3% de desempleo y eso se explica por una situación global, en donde las economías más poderosas tampoco han encontrado cómo hacerle frente a la encrucijada entre salvar vidas o salvar la economía. Con el agravante del cierre de la frontera, pues la demanda de las remesas de los venezolanos venía dinamizando la economía local”.
El secretario de Desarrollo Social y Económico recordó que el municipio ha venido luchando por mantener empleos, por dar salidas concertadas a informales, a plazas de mercado, por mantener el abastecimiento óptimo, cuidar el servicio a domicilio, implementar pilotos de apertura de aeropuerto, restaurantes (negado por el Ministerio del Interior) y la posibilidad de tener una reactivación gradual.
