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Clases virtuales, con papel y lápiz

La enseñanza se enfrenta a un gran reto: la virtualidad. Los docentes en medio del confinamiento cumplen una labor fundamental.

Aunque ya no sale de casa por la cuarentena, Sara Isabela, de 9 años de edad, se niega a dejar la rutina de alistarse para ir a la escuela. De lunes a viernes viste el uniforme, empaca su lonchera y hace la maleta en la que guarda lápices, colores, cuadernos y otros útiles de los que no puede prescindir porque, aunque las clases y tareas ahora se hacen desde la virtualidad, el cuaderno y el lápiz siguen siendo elementos fundamentales en su educación.

Según la mamá de Sara, para asumir esta modalidad de clases virtuales los niños deben tener un dispositivo (celular, tableta o computador) y señal de internet. Previamente la escuela envía, a través de sus plataformas educativas, fotocopias y talleres de estudio para que las desarrollen junto a sus padres. Después, los estudiantes se conectan a una videollamada a través de plataformas virtuales y socializan sus tareas hechas a mano. 

Pero si algo le parece curioso a la mamá de Sara Isabela, es ¿por qué si las clases son virtuales, se deben seguir imprimiendo decenas de talleres para desarrollar a lápiz?

En tiempos de aislamiento social, plataformas como Zoom, Skype, WhatsApp y el correo electrónico son herramientas al servicio de la educación para la interacción entre profesores y alumnos. Los educadores tienen a su alcance medios como la plataforma gubernamental Colombia Aprende. También las impresiones que entregan las escuelas y material didáctico y pedagógico adaptado para el estudio en casa. Pero surgen nuevas preguntas: ¿los educadores están listos para la era de la virtualidad? 

Para el investigador en educación de la Universidad Simón Bolívar, Jovany Gómez Vahos, “los docentes están respondiendo con un compromiso impresionante: ¡es de admirar su gallardía!”. En tiempos de crisis deben aprender y emprender nuevos modelos de enseñanza, en los que lo didáctico y lo pedagógico cobran nuevos sentidos. “Lo importante es que la educación tiene hoy la oportunidad de enfrentarse y de potenciar esas posibilidades enormes que tienen los maestros desde el ejercicio virtual”, indicó.

Datos de las Naciones Unidas señalan que más del 91% de la población estudiantil del mundo, es decir, unos 290,5 millones de estudiantes han sido afectados por la pandemia del coronavirus. Norte de Santander no fue ajeno a esta realidad y tuvo que cerrar escuelas, colegios y universidades y éstas tuvieron que responder al reto para utilizar las tecnologías de la comunicación para no interrumpir las clases. Solo hasta el pasado 20 de abril, cerca del 75% de los estudiantes de las instituciones educativas oficiales, ubicadas en zonas rurales y urbanas, comenzaron con el nuevo método de aprendizaje desde sus hogares. 

Se estima que el 25% restante, unos 29 mil alumnos, no han podido acceder por problemas de orden público, conectividad o por falta de equipos tecnológicos. Es por eso que el Gobierno Nacional ha respondido a esta necesidad ofreciendo plataformas gratuitas como Emprender Digital, que permite que no se consuman los datos y habilitó el aplicativo móvil CoronApp que regala 1GB y 100 minutos. Pero surgen más preguntas, ¿es suficiente? 

Según Gómez, algunos maestros están en una primera etapa de exploración de las herramientas básicas y es el momento de que se capaciten para que avancen a una etapa de integración real de las TIC a sus procesos de enseñanza, hecho que los podría ubicar en la etapa más interesante, la de la innovación, en la que serían capaces de adaptar nuevos lenguajes y herramientas tecnológicas para crear así ambientes de aprendizaje mucho más interesantes y retadores para sus estudiantes. El Gobierno Nacional, Mineducación, MinTIC y Computadores para Educar abrieron una convocatoria para docentes que quieran formarse en programación y pensamiento computacional. Son los profesores, ahora, quienes tienen la opción de formarse.  

El director de la Maestría en Educación de la Universidad Simón Bolívar, sede Cúcuta, Omar Rozo Pérez, afirmó que “algunos profesores piensan que con tener un encuentro en el ciberespacio con sus estudiantes, hablarles por 2, 3 horas o más al frente del computador y luego colocarles demasiados trabajos para desarrollar, ya están cumpliendo con la orientación virtual. Pero no hay nada más lejos de la realidad: lo que están es saturando a los estudiantes; lo anterior, muestra que no se ha hecho una etapa de adaptación para pasar de lo presencial a lo virtual”. 

Desde la Unisimón, una de las primeras estrategias para enfrentar la emergencia fue cualificar a los profesores. No primó únicamente lo tecnológico; fue un trabajo articulado especialmente entre el Departamento de Sistemas y el Departamento de Pedagogía con el componente educativo. Esto permitió una excelente apropiación tanto de profesores como de estudiantes.

Algunos retos de la educación a lo largo del tiempo

Históricamente se ha demostrado que en época de crisis se han acelerado los procesos que de otra forma tomarían más tiempo. 

Colombia ha caminado por varios escenarios de los métodos alternativos de educación, según dijo Rozo Pérez. Para mencionar algunos de ellos, Radio Sutatenza que nació en 1947 en el Valle de Tenza, Boyacá, se convirtió en pionera de la educación en el país a través de medios alternativos, en este caso el radiofónico. El programa estaba dirigido a las gentes del campo; Radio Sutatenza se convirtió en un modelo de escuela radiofónica llegando a ser referencia a nivel internacional. 

Otro importante evento lo constituye el Bachillerato por Radio, transmitido hasta 2004 a través de la Radio Nacional de Colombia. Significó, en su momento, un importante aporte alternativo a la educación tradicional; fue remplazado por las nuevas herramientas tecnológicas soportadas especialmente en internet. La educación a distancia constituye también una metodología alternativa para formarse en diferentes disciplinas; la Universidad Abierta y a Distancia (UNAD) y la Universidad Santo Tomás, por mencionar algunas, han sido pioneras en este tipo de educación en el país. 

En referencia a lo anterior, Rozo explicó que la llegada de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación han permitido ampliar aún más este abanico de oportunidades; es así como hablamos hoy día, entre otros, de los cursos masivos en línea, (MOOC, por sus siglas en inglés), al igual que otras alternativas semejantes. Es decir, que las posibilidades y los espacios de educación se están diversificando, cada vez más, al alcance de todos.

La escuela se enfrenta hoy a nuevos retos, “además de mejorar las estrategias de enseñanza, esta es una gran oportunidad para reconfigurar sus apuestas formativas en un mundo que definitivamente no será el mismo. Hoy más que nunca aparece la familia como un actor que está acompañando de manera más cercana los procesos de enseñanza de sus hijos. Dicha labor debe ser leída por la escuela como una oportunidad para lograr el tan anhelado diálogo hogar – institución educativa.  Debemos entender que ahora, hay razones más poderosas para que la escuela insista en el cuidado del medioambiente y en la formación de un ser humano, en la que el compromiso ético sea el horizonte desde donde perfilemos una nueva sociedad”, señaló Gómez. 

Frente a ello, Rozo aseveró que la educación no debe parar y en ese sentido la tecnología está permitiendo que esto sea así: parar la educación es parar el desarrollo de un país. 

Desde la Educación Superior se están asumiendo retos y la Universidad Simón Bolívar se ha constituido en un gran ejemplo tanto a nivel regional como nacional. La institución ha venido trabajando en fortalecer la educación a través del acceso a bases de datos digitales nacionales e internacionales, mejorando los medios tecnológicos y de conectividad; igualmente cuenta con el Aula Extendida, el cual es un espacio de comunicación e interacción educativa entre profesores y estudiantes que permite complementar la práctica pedagógica, social y cultural fuera del aula física de clase. 

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Una mirada desde lo tecnológico

De acuerdo con el director del programa de Ingeniería Multimedia de la Unisimón, Raúl Rodríguez Ibáñez, en estos tiempos de emergencia sanitaria mundial, el medio virtual tomó protagonismo y logró la convergencia de paradigmas que según expertos de la educación estaba lejos de darse. 
Fue un fenómeno mundial que permitió ver la radiografía de cada uno de nuestros profesores y determinar qué competencias tenían. 

Con la virtualidad sobresalen elementos cruciales para el desarrollo de los procesos educativos como lo son: el acompañamiento pedagógico, cualificación de docentes y estudiantes, generación de contenido digital y evaluación de la calidad de los mismos, sin descuidar la motivación. 

Herramientas necesarias para crear un escenario virtual de enseñanza aprendizaje

Existe un gran abanico de herramientas libres y privadas. Desde las plataformas libres se encuentran Edmodo, Chamilo y Moodle, entre otras.
Moodle, es una de las más conocidas, cuenta con recursos necesarios para generar un escenario de clases remotas y mediadas, fortaleciendo el desarrollo del trabajo independiente en el estudiante a través de foros, tareas y facilitando el proceso de evaluación a través de los cuestionarios en línea o las lecciones. Dentro del ámbito privado se encuentran Schoology y Blackboard catalogadas como plataformas educativas. 

La Universidad Simón Bolívar utiliza la plataforma Microsoft Teams para los encuentros sincrónicos, clases remotas, videoconferencias y ciclos de webinar. Otras herramientas recomendadas para desarrollar estos tipos de actividades son: Google Meet, Zoom, Bigblue, Adobeconect, Blue Jeans, ClickMeeting, GotoWebinar, Webex y Youtube, entre otras plataformas que dibujan el futuro de la educación en remplazo del lápiz y el papel.

Sábado, 2 de Mayo de 2020
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