Para ofrecer un cuidado integral a los pacientes con heridas, ya sean agudas o crónicas y prevenir posibles complicaciones en la piel, el Hospital Universitario Erasmo Meoz (HUEM), desde hace varios meses adoptó el programa  ‘Clínica de Heridas’. 

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Jalimar Guevara, líder del plan de atención especializado, señaló que era una necesidad que el centro asistencial contara con personal capacitado especialmente en el manejo de lesiones complejas y de cuidado de la piel. 

“Nuestro grupo está conformado por varias especialidades; primero por nuestra coordinadora que es una cirujana plástica, un grupo de enfermeras y también trabajamos de la mano de cirugía general, ortopedia, nutrición, trabajo social y Psicología, enfocando todo en que las personas sean atendidas de la manera más holística y humana posible”, dijo Guevara. 

Aunque por ahora el proceso de atención es solo para los pacientes que se encuentran hospitalizados en el HUEM, la líder explicó que otro de los objetivos es brindar el servicio de manera ambulatoria o por consulta externa. 

Guevara detalló que los procedimientos se desarrollan de acuerdo con las recomendaciones de los especialistas. “Nosotros vamos hacia donde está la persona herida y hacemos la valoración, para ver cómo se encuentra la lesión y ver si cumple con los criterios para ser tratada dentro del programa, porque no todas las heridas son de alta complejidad”. 

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Luego, cuando el paciente ingresa al programa, empieza el proceso de curación cada dos o tres días, de acuerdo con el estado de la herida, todo esto con el uso de tecnologías especiales. 

Heridas tratadas

La líder explicó que las heridas que más requieren atención personalizada son las úlceras por presión, que son áreas de la piel que se lesionan por permanecer en una misma posición durante demasiado tiempo. 

Comúnmente se forman donde los huesos están más cerca de la piel, como los tobillos, los talones y las caderas y el riesgo es mayor si la personas está recluida en una cama, utiliza una silla de ruedas o no puede cambiar de posición. Estas pueden causar infecciones graves, algunas de las cuales pueden poner la vida en peligro. 

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Las de mayor atención son las de grado 3 que llegan hasta el tejido profundo y las de grado 4 que causan la necrosis del músculo y llegan a afectar las articulaciones y huesos. 

También manejan casos de pies diabéticos, úlceras venosas y arteriales y heridas de abdomen abierto. 

Guevara indicó que cualquier herida, por muy pequeña que parezca, debe ser tratada con precaución. 

“Hemos tenido casos de pacientes que llegan con heridas profundas críticas en los glúteos porque se han puesto inyecciones con malas técnicas, se han automedicado y además han tenido una mala asepsia, entonces nosotros debemos darle un tratamiento a la infección, ayudando a recuperar los tejidos y llevar la herida a buen término”, precisó. 

Además de esto, Jalimar Guevara dio a conocer los signos de alarma ante los cuales se debe acudir a un especialista para el tratamiento de una herida: si esta huele mal a pesar de que se lave, si sangra constantemente aunque se hagan compresiones, si hay presencia de pus y si se presenta fiebre mayor a 38 grados. 

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‘Piel sana’

El equipo también se encarga de desarrollar acciones de prevención a través de otro programa llamado ‘Piel sana’, en el que se brinda educación y seguimiento a los pacientes que tienen el riesgo de presentar lesiones por presión, que son las heridas producidas por estar mucho tiempo en reposo. 

Se les enseña la importancia del cuidado de cualquier herida: mantener una buena higiene de manos y del entorno que rodea al paciente. 

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