Entre 11 y 15 líderes comunales de Cúcuta, dos por mes, reportaron amenazas contra sus vidas en el presente año. La reveladoras cifras son de la Federación Nortesantandereana de Juntas Comunales y de la Fundación Progresar, cuyos representantes expresaron a La Opinión su preocupación por el rumbo que está tomando el fenómeno social que está con tendencia a aumentar si no se adoptan las medidas de seguridad correspondientes.
La presidenta de Fedejuntas, Martha Maldonado, confirmó que desde el año pasado se traía un problema de riesgo de 35 líderes comunales, pero este año se redujo a 11, sobre los cuales se está haciendo monitoreo permanente y frente a ello se ha pedido a la Policía una revisión a sus casos para que se garanticen las medidas de seguridad necesarias.
La dirigente de los comunales, manifestó que frente a estas circunstancias de violencia, en varias comunidades los líderes afectados han adoptado mecanismos de autoprotección por su propia cuenta, a fin de evitar atentados contra sus vidas.
Maldonado relacionó los casos de La Cabrera y barrios de la Comuna Dos, entre otros, Quinta Oriental, Quinta Bosch, Colsag, La Riviera, Popular, Ceiba, entre otros, donde la dirigencia comunal con los vecinos emprendieron frentes de seguridad con cámaras y alarmas ‘para defenderse no solo de la delincuencia, sino de quienes los han amenazado’.
Para el director de la Fundación Progresar, Wilfredo Cañizares, las amenazas contra los líderes comunales puede llegar a ser más grave de lo que parece. “Nosotros traemos un acompañamiento, solo en el primer trimestre del presente año, de 15 líderes amenazados, de los cuales solo 1 tiene medida de protección de la Unidad Nacional de Protección (UNP).
La Opinión solicitó a la representante de la UNP en Cúcuta, Adriana Villamarín, una relación de los casos de líderes comunales de Cúcuta amenazados y con medidas de protección vigente, pero no fue respondida la consulta.
De los móviles y autores de las amenazas, según allegados de los líderes amenazados, no se tiene plena certeza, pero se sospecha que en algunos casos estén relacionadas con bandas criminales que no gustan de las posiciones adoptadas por los dirigentes en la defensa de los intereses de las comunidades.
Una de las principales molestias es la postura de los líderes contra el fenómeno del microtráfico en los barrios.
Al ser consultado sobre estas amenazas, el comandante de policía de Cúcuta, José Luis Palomino dijo no conocer de amenazas contra líderes comunales, pero sí adelantó que con ellos se está trabajando de manera coordinada en planes de seguridad en sus comunidades. Es nuestra obligación y así lo estamos cumplimiento. En todo lo que ellos nos han solicitado les hemos apoyado, dijo el oficial.
Por su parte, el secretario de Seguridad y Convivencia de Cúcuta, Mauricio Franco, dijo que cada mes se hace una evaluación de la seguridad de los líderes comunales y de aquellos casos que revistan riesgo se ponen a disposición de las autoridades competentes para que se adopten las medidas.
Sin embargo, para el presidente de las Juntas comunales de la Comuna Dos, Roger Castilla, todo lo que se ha implementado en su comunidad para garantizar la seguridad, entre otras medidas, el frente de seguridad, las cámaras y las alarmas, ha corrido por riesgo y cuenta de los vecinos.
“La Policía ha sido la única que nos ha apoyado”, dijo el dirigente comunal.
En La Cabrera, los dirigentes comunales también han instalado cámaras de seguridad de su propio bolsillo para defenderse de la delincuencia.
La Opinión conoció que en los corregimientos de Buena Esperanza y San Faustino a algunos líderes les ha tocado desplazarse al casco urbano de Cúcuta por amenazas que han recibido de desconocidos.
