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Cúcuta
Con 700 árboles reforestarán El Paraíso Perdido
Los campesinos de esta vereda también recibieron abono y semillas de moringa.
Viernes, 22 de Abril de 2016

Costal en mano y ansioso por sembrar una docena de árboles en su parcela, Carlos Julio Sánchez, 81 años, llegó apurado al asentamiento La Prosperidad en la vereda El Paraíso Perdido, para recibir de la mano de Corponor, acacias, cañahuates y cedros.

Días atrás había escuchado que la vereda había sido escogida para una gran jornada de siembra de árboles maderables, en el marco de la celebración del Día de la Tierra, y no quería quedarse por fuera de la iniciativa ecológica.

Sánchez no solo recibió los árboles, sino también abono y semillas de moringa. En 15 días funcionarios de Corponor lo visitarán para continuar con el proceso de fertilización de la tierra para que sus árboles sean sostenibles.

Alma Castillo Sarmiento, coordinadora de Educación Ambiental y Participación, dijo que esta iniciativa busca apoyar a la comunidad de esta vereda a mejorar su ambiente, su paisaje y sus suelos.

Por esta razón Sánchez, al igual que decenas de campesinos de los sectores aledaños, llegó en busca de un ejemplar para reforestar este pulmón natural de Cúcuta.

Castillo dijo que a futuro se planea incentivar el cultivo de hortalizas y árboles frutales en la vereda, para seguir recuperando el lado verde del municipio.

Huéspedes que incomodan

Los residentes aprovecharon la visita del ente de vigilancia ambiental para exponer una situación que les preocupa: la proliferación de babillas en la zona.

Carlos Hernández, técnico operativo de Corponor, aseguró que esta situación se presenta debido a un ecosistema natural que se creó hace unas dos décadas en la zona producto de la contaminación de la quebrada Tonchalá y desemboca en el río Zulia.

“Acá se hicieron unos pozos y se convirtió en un corredor biológico de animales silvestres, entre ellos estas babillas, peces y pájaros”, explicó.

Hernández dijo que la solución más viable es el encerramiento natural de estos pozos para evitar el contacto de los animales con los seres humanos. Sembrar una barrera verde con árboles de limones sería una de las alternativas.

*La Opinión

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