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Cúcuta
Condenan a la Policía por muerte de periodista amenazado en Cúcuta
El comunicador dirigía un espacio denominado Radioperiódico El Viento, en la emisora Radio Monumental.
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Colprensa
Colprensa
Jueves, 2 de Julio de 2020

El Consejo de Estado condenó al Ministerio de Defensa, en cabeza la Policía Nacional, por omisión en la protección del periodista de Cúcuta (Norte de Santander), Julio Hernando Palacios Sánchez, quien fue asesinado luego de haber denunciado recibir amenazas de muerte que estaban relacionadas con su ejercicio profesional.

El comunicador, quien dirigía un espacio denominado Radioperiódico El Viento, en la emisora Radio Monumental, fue asesinado cuando se dirigía a las instalaciones de ese medio de comunicación en la ciudad de Cúcuta, el 11 de enero del 2005.

Al considerar que la muerte del periodista fue producto de la omisión del servicio de protección y vigilancia que debía recibir la víctima por parte de las autoridades, su familia interpuso una demanda de responsabilidad contra el Estado, con la intención de que fuera condenado a resarcir el daño antijurídico producido por este asesinato.

El Consejo de Estado accedió a la demanda al estimar que no hubo la debida diligencia para investigar las amenazas y hostigamientos denunciados por el periodista, lo que constituyó una violación a su deber de garantizar sus derechos a la vida e integridad personal.

La Sala, en este caso, encontró que en la evaluación técnica del nivel de riesgo del comunicador se determinó que no existía amenaza o hecho que indicara la probable afectación a su seguridad y concluyó que “es el riesgo que se corre en el ejercicio de un cargo o profesión u oficio”, clasificándolo como medio bajo.

Para la corporación judicial, esta evaluación no se adelantó con la seriedad y rigor debidos, pues no se compadece con los hechos denunciados por la propia víctima, tan serios, que derivaron en su muerte.

Además, dice el fallo, no se tuvo en cuenta el perfil del periodista amenazado, especialmente su condición de director del Radioperiódico El Viento, que era de gran interés para la ciudadanía en general.

A pesar de que el estudio de seguridad dio cuenta que el comunicador se dedicaba a denunciar irregularidades en varias entidades públicas y privadas, la Seccional de Inteligencia del Departamento de Policía de Norte de Santander tampoco analizó el contenido de la información u opinión que difundía la víctima, señala la providencia.

Finalmente, el Consejo de Estado sostuvo que este examen no tuvo en cuenta el contexto del lugar en el cual este y otros periodistas ejercían su profesión en Cúcuta en la época de los hechos, pues varios de ellos expresaron, bajo la gravedad de juramento, haber recibido amenazas de muerte que estaban relacionadas con su trabajo en los medios de comunicación.

Así las cosas, para la corporación judicial, podía considerarse razonablemente que las libertades fundamentales de expresión, opinión, información y prensa, en estos casos, no contaban con las suficientes garantías.

La muerte del periodista

Julio Hernando Palacios Sánchez, de 55 años, era un periodista radial que había denunciado ante las autoridades, las amenazas constantes que recibía en la emisora.

Hacia las 5:45 a.m. del 11 de enero de 2005 se movilizaba por la calle 11 con avenida 1. 

Allí fue alcanzado por una motocicleta azul y blanca en la que iba una pareja que disparó en varias ocasiones contra el comunicador.

Para entonces, el comandante de la Policía de Norte de Santander, era el coronel José Humberto Henao, quien en su momento dijo que los pistoleros atacaron al comunicador cuando se dirigía en su automóvil a la emisora donde emitiría su programa de 6:00 de la mañana.

Después de dispararle a Julio, los sicarios huyeron. Testigos relataron en su momento que los delincuentes habían perdido el equilibrio y luego se levantaron volvieron a encender la moto y huyeron montándose en los andenes y las calles del centro de Cúcuta.

Tras el incidente, el periodista quedó herido con tres impactos de bala y alcanzó a devolverse a su casa en el barrio Caobos. Sus hijos lo auxiliaron y lo trasladaron a la Clínica San José pero allí falleció, en plena intervención quirúrgica.

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