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Cúcuta
Constructor dice que no hay fallas estructurales en Cormoranes
20 familias que residen en la torre 28 de la urbanización, teme que la estructura colapse.
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Jueves, 4 de Mayo de 2017

“Vivimos con miedo. Desde hace unos meses, la puerta presenta un desnivel: me he quedado encerrada varias veces y me toca gritar para que algún vecino empuje y me la abran desde afuera”, relata Maritza Velazco, quien habita el apartamento 203 de la torre 28 de Cormoranes.

La preocupación de las 20 familias que residen en la torre es que la estructura colapse. “Tenemos muchas grietas y el edificio está ladeado”, afirma.

Tras estas quejas, expuestas por la comunidad a la Alcaldía, la oficina técnica de Metrovivienda hizo una inspección y determinó que sí se presenta una desviación. 

Según Luis Carlos Chacón, gerente de Metrovivienda, en el informe se conoció que esta torre presenta inclinación de 12 centímetros en el ángulo nororiental y 16 centímetros  en el noroccidental.

Por esta razón, según explicó el funcionario, se remitió una carta al ministerio de Vivienda, pues esa entidad fue la que contrató la construcción de estas viviendas. 

“Nuestro deber es poner esto en su conocimiento, para que puedan hacer las correcciones necesarias”, aseguró.

De acuerdo con el  vocero de la Constructora JR, Ricardo Carvajal, los constructores, esto no representa ningún peligro, ni quiere decir que vaya a colapsar.

Carvajal explicó que las cifras dadas en el informe son dilataciones normales de la construcción.

“Hay que aclarar que la torre no presenta fallas estructurales y no se va a caer. La personas no deben alarmarse”, aseguró.

Sin embargo, Carvajal dijo que se detentaron algunos problemas de filtración por lo que ya comenzaron trabajos para verificar si existe alguna falla.

Las familias del primer piso de la torre fueron trasladadas por la constructora mientras se realizan los trabajos de reparación de tubos de agua limpia y alcantarillado.

Pese a que según la constructora no hay alerta ni peligro, los ocupantes han optado por dormir donde los familiares,  por temor.

Nery Ballesteros, vive en el apartamento 401, las grietas que han aparecido, dice, la hicieron irse hace 22 días: “Ahora vivo arrimada donde una hija, estar aquí en la noche me da miedo”.

Son cerca de 100 personas las que habitan la torre y piden solucionar el problema de manera definitiva, pues cuentan que en años anteriores ya se habían hecho reparaciones.

Hoy, funcionarios del ministerio se reunirán en la ciudad con la constructora y la alcaldía para analizar la situación.

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