Cenabastos se convirtió en el mayor ejemplo de bioseguridad para las plazas de mercado de la ciudad.
Luego de la intervención que la Alcaldía de Cúcuta, en articulación con las secretarías de Gobierno, Salud y Desarrollo Social a la central de abastos más grande del municipio, Cúcuta cuenta hoy con 15 plazas bioseguras.
Sergio Maldonado, secretario de Desarrollo Social de la ciudad, aseguró que, la experiencia obtenida con Cenabastos, dejó en evidencia el éxito de las intervenciones con el fin de fortalecer los protocolos de bioseguridad y controlar las aglomeraciones.
“Hoy, en mercados como Kennedy, Belén, La Libertad, Las Angustias, están debidamente identificadas y se puede hacer una trazabilidad de las personas que allí laboran y tienen locales comerciales, en este caso de abastecimiento”, mencionó Maldonado.
El funcionario explicó que se cuenta con una mesa de trabajo con todos los mercados de la ciudad, para la firma de un acuerdo “de cargo de bioseguridad para todas las plazas. Se acordó con ellos una jornada de limpieza semanal y el cumplimiento estricto de los protocolos de bioseguridad”.
De igual forma, en cada una de las entradas de las plazas de mercado, son obligatorias medidas como la toma de temperatura, no dejar entrar a nadie que no porte el tapabocas y exigir que cumplan con el distanciamiento físico. Esta normatividad es obligatoria para clientes, comerciantes y proveedores.
La plaza de Claret fue uno de los lugares en donde mayor aglomeración de personas se encontró, especialmente los jueves, cuando se instala el mercado libre, donde no solo se venden frutas y verduras, sino también ropa y otros artículos.
Sin embargo, desde hace varias semanas, el lugar viene cumpliendo con los protocolos y la Policía Nacional, al igual que las secretarías de Salud y Desarrollo han estado constantemente en el sitio, sensibilizando a las personas y realizando tamizajes, con el objetivo no solo de mitigar la propagación del virus, sino también garantizar el abastecimiento de productos para todos los habitantes.
“No queremos que la gente vaya hasta la central de abastos a aglomerarse, sino que por el contrario, sigan comprando en cada una de sus comunas”, añadió Maldonado.
Así mismo, explicó que en tiempos de pandemia, lo que más se debe controlar es la economía, por lo que, las plazas descentralizadas son la mejor opción para que los ciudadanos adquieran los productos de la canasta básica, ya que estos son más económicos.
“Nuestra lucha en momentos de pandemia es sostener el empleo de personas que hacen parte de la cadena de abastecimiento y mantener los precios bajos”, sostuvo el secretario de Desarrollo.