Caminar por los andenes de algunos barrios de Cúcuta es como andar por una montaña rusa: varios sube y baja y, de vez en cuando, un zigzagueo que inevitablemente conduce a los peatones a las calzadas.  

Aunque varios transeúntes irresponsables suelen transitar por las vías vehiculares, en ocasiones es necesario, pues más allá del esfuerzo que generan escaleras y rampas, también hay obstáculos que se suman a una frecuente ocupación ilegal.

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Así ocurre en la Avenida del Río, en La Gazapa, donde un andén arborizado lleva a los peatones a la carretera. 

En el barrio Sevilla, la calle 3N con avenida 8, los peatones se topan con altas gradas.

En el barrio Loma de Bolívar, las escaleras van directo a un muro de más de un metro de alto.

Otros casos se ubican en el barrio Callejón, en la avenida 10, en donde los propietarios instalan barandas, pero solo para salir de sus casas, sin importar cómo transiten los demás.