Contrario a los temores que esperaban confirmar los concejales de Cúcuta este miércoles, en relación con el déficit del municipio, la situación presupuestal es estable e incluso se calificó como “responsable” por parte de algunos sectores de la corporación.
Así se confirmó durante la aprobación de autorizaciones solicitadas por la Alcaldía, entre ellas para la incorporación de los recursos del balance, y que según los datos certificados ante el Concejo dejó al municipio con 30.998 millones de pesos, a diciembre de 2018, y un déficit de 18.657 millones de pesos.
Es decir, según el corte que hizo el municipio para el 31 de diciembre para establecer cuántos recursos tiene, cuántos le quedan por pagar, entre otros aspectos, quedaron esos 30 mil millones que corresponden a dinero que no se gastó.
Según el concejal Víctor Suárez, por norma, dichos recursos deben pasar a cubrir el déficit presupuestal, pero aclaró que si bien durante el año anterior se habló ampliamente de que el déficit estaba alrededor de los 20, 30 y hasta 40 mil millones de pesos, “nunca se conoce el déficit sino hasta que se liquida el presupuesto”.
Afirmó que ese “primer terror” ya se lo quitaron de encima, y es un hecho que, según la misma administración, el municipio no está quebrado.
“Un déficit de 10 a 30 mil millones de pesos es manejable para la siguiente administración, luego el próximo alcalde de la ciudad, si eso (el déficit) se mantiene, tendrá unas buenas finanzas para poder manejar la ciudad”, señaló el concejal.
Otra de las autorizaciones que aprobó ayer el Concejo al alcalde se dio para que de las vigencias futuras que se autorizaron en 2018 tengan nuevas disponibilidades presupuestales y nuevos registros, dado que con la culminación del año fiscal se requiere adelantar estos procesos, para que avancen licitaciones y contratos como el de pavimentación de vías, por 27 mil millones de pesos, entre otros pendientes desde el año anterior.
Adicionalmente, se autorizó al alcalde para hacer algunos traslados en el presupuesto, hasta mayo, en vista de que este es el último año de gobierno, y se debe procurar dejar saneadas las cuentas.
Según Suárez, para el mes de junio se hará el control político y un corte “para saber cómo van las finanzas”, para evitar que “de manera irresponsable” se pueda generar un déficit para el próximo alcalde.
“Nosotros tenemos que ser responsables con la ciudad, como lo está siendo el alcalde, porque tener un déficit de esa índole es responsable”, puntualizó.
Ahora, queda en manos del alcalde César Rojas mantener este comportamiento financiero y efectuar la gestión de cobro necesaria para evitar que se sigan acumulando deudas de los contribuyentes.
Detalles del déficit
Según la información aportada por la Secretaría Municipal de Hacienda, el déficit al cierre de 2018 quedó integrado por:
Déficit de recursos propios vigencia 2018: $10.041 millones
Déficit de recursos de valorización (de la administración 2004-2008): $1.178 millones.
Déficit de recursos de plusvalía: $1.892 millones.
Déficit de multas (incluidas las de tránsito): $2.545 millones.
Déficit de aportes de la Agencia Nacional: $299 millones.
Déficit de SGP Calidad educativa: $580 millones.
Pendiente por pagar del déficit 2016: $1.759 millones
Pendiente por pagar del déficit 2017: $360 millones.
La Alcaldía aclaró que el déficit por SGP obedece a la reducción de $3.032 millones por parte del Gobierno Nacional, cuyo faltante se asume con cargo a las apropiaciones del déficit del respectivo sector social.
