“Siempre que acontece algo malo es porque algo mejor viene”, es la frase que una y otra vez repite Andrés Vladimir Campaña Enríquez, un ecuatoriano que recorre desde hace dos años y medio América del Sur en bicicleta.
Aunque sus primeros días en Colombia tuvieron sabor amargo, porque en la ruta Pamplona-Bucaramanga le robaron a Matilda, la bicicleta que lo llevó por diez países, y lo despojaron de todas sus pertenencias, hoy se lleva el mejor recuerdo de Cúcuta.
Siete días después del robo se pudo montar en Juana, una bicicleta azul que le regaló la Comisión de Ciclismo Urbano de Cúcuta, tras enterarse por la prensa de lo acontecido al ciclista.
“Apenas conocimos la historia de Andrés lo contactamos e hicimos todo lo posible por ayudarlo a emprender su viaje de regreso a Ecuador”, dijo Alfonso Sanabria, líder de la comisión.
Además de darle la bicicleta, la comisión recorrió con Campaña talleres de repuestos y acudió a la solidaridad de los empresarios para equiparla de nuevo.
Campaña asegura que lejos de no querer volver a pisar tierras colombianas por el robo, el único impase de este tipo que ha tenido en 30 mil kilómetros de recorrido, planea estar dos meses más en el país antes de su regreso.
“Quedo gratamente sorprendido con la solidaridad de la gente. No tenía idea de cómo resolver esta situación, ya que me robaron cédula, pasaporte, y el dinero que quedaba”, explicó el ecuatoriano.
Entre pedales
Con 29 años, Campaña, ingeniero mecánico, decidió aventurarse a recorrer el continente en su bicicleta.
Amante del ciclomontañismo, desde niño soñó con recorrer las ciudades que repasaba a diario en un viejo mapamundi que tenía en casa.
Al graduarse, trabajó un par de meses y reunió un poco de dinero para pedalear por sus sueños. En una semana adecuó el vehículo y se equipó con carpa, colchoneta, cocineta, panel solar, cámara fotográfica y diez memorias USB; un equipaje de 30 kilos que no lo hacía tambalear en carreteras, montañas, desiertos, ni ríos.
Campaña ha pasado por Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Uruguay, Paraguay, y Argentina, sin mayor contratiempo.
Ni siquiera en Venezuela tuvo problema alguno con el cierre fronterizo. Desde allí llegó a Colombia.
“Esta es una experiencia muy buena que me permite tener amigos cada 80 kilómetros”, dice sonriente.
Luego de tener bicicleta nueva el robo es un anécdota que enriquecen la travesía que relata a diario en su blog rutaypedal.wordpress.com.
Esta es su tercera Navidad lejos de casa, y la primera en la que recibe un regalo de desconocidos: la comisión de ciclistas le arregló la Navidad al pedalista.
Lo que más extraña, además de sus documentos, son los dispositivos de almacenamiento, donde tiene por lo menos 10 mil fotografías
Campaña pidió a quiénes encuentren sus documentos, o los dispositivos de almacenamiento, contactarlo a través de la cuenta de Facebook Ruta y Pedal.
*La Opinión
