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El coronavirus está cambiando la vida de la sociedad: secretario de Gobierno

Aún quedan indisciplinados, señaló Francisco Cuadros sobre el comportamiento ciudadano en Cúcuta.

El secretario de Gobierno de Cúcuta analiza los efectos de la pandemia y de la contaminación ambiental en la ciudad.

Desde su cargo de secretario de Gobierno en la administración del alcalde de Cúcuta Jairo Tomás Yáñez Rodríguez, el politólogo Francisco Javier Cuadros Castillo es uno de los funcionarios con mayor participación en las tareas oficiales frente a la pandemia de la COVID-19 que  tiene al mundo en emergencia. 

La Opinión lo entrevistó sobre este asunto y la contaminación ambiental que también hoy sacude a la ciudad.

¿Cómo ha visto a los habitantes de Cúcuta, en su comportamiento, frente a la pandemia de la COVID-19?

Aún quedan indisciplinados lamentablemente, personas que ponen en riesgo la vida de los demás, sin desconocer que algunos son movidos por la necesidad de subsistencia y por ellos estamos trabajando para garantizar una red de alimentos en ejecución. Pero en general, veo una ciudadanía muy consciente, comprendiendo la situación que afrontamos como humanidad y ciudad. Este tiempo nos está llevando a la fuerza a fortalecer la cultura ciudadana, que no es otra cosa que interiorizar las reglas para vivir en sociedad. Una comunidad organizada y disciplinada es corresponsable entre sí. El comportamiento individual debe ayudar a consolidar el bienestar general. 

(La campaña de la Secretaría de Gobierno va acompañada de un ataúd para hacerles entender a los ciudadanos que la pandemia no es un juego y que inlcuso esta puede conllevar a la muerte.)

¿Se pudieron acoplar las autoridades del municipio con los demás servidores públicos que participan en las tareas de control y tratamiento de la enfermedad?

Estamos en plena reacción ante la emergencia. Ya la historia juzgará qué tan bien o no lo estamos haciendo. Lo cierto es que tenemos un equipo muy comprometido, profesional y humanista, intersectorial, que se levanta antes que el sol y duerme con las botas puestas.

Sin duda alguna, el ente territorial -dada su capacidad- se ha adaptado para enfrentar esta crisis y las que estén por venir. No en vano contamos en el gabinete con personas de experiencia en gestión de emergencias, empezando por nuestro Secretario de Gestión del Riesgo, Huber Plaza. Eso nos da muchas ventajas para responder. En todo caso, no podemos bajar la guardia.

Hasta ahora la mejor fórmula de respuesta, como lo venimos haciendo, es el trabajo en equipo cohesionado hacia el interior de la Alcaldía, pero también en coordinación con la Gobernación de Norte Santander, la Fuerza Pública y en general con todas las entidades del Estado con presencia en la ciudad. 

¿Se dispone de recursos para atender la emergencia?

Nunca los recursos son suficientes para atender una emergencia, por eso es muy importande que seamos una ciudad disciplinada, organizada y cooperativa. El  mayor recurso en una situación sin precedentes como esta es la voluntad de los humanos. Es el recurso más valioso. Necesitamos que todos los ciudadanos estén orientados a ganar la batalla de la vida y la salud. En cuanto a los recursos presupuestales y técnicos, están contemplados en el plan de emergencia elaborado para la ciudad. Sin embargo, es muy importante la coordinación con Gobernación y la materialización decidida de los fondos del Gobierno Nacional. 

¿En qué está la movilidad de las personas en la jurisdicción de Cúcuta, incluida la migración de venezolanos?

Hemos logrado bajar la movilidad de personas entre un 60 y 80 por ciento en general. Las medidas de toque de queda, aislamiento social, pico y placa y demás, nos han conducido a estas cifras. Pero tenemos retos importantes, principalmente lo que tiene que ver con la movilidad hacia el centro de la ciudad los días de pagos de nóminas y entregas de apoyos de los diferentes programas nacionales como Familias en Acción, Adulto mayor y Jóvenes en acción, así como los días de mercado en plazas de la ciudad. Frente a ello estamos trabajando para la toma de nuevas medidas.

¿Qué previsiones se tienen respecto al virus en este entorno?

El problema de mantener personas concentradas en algunos lugares es lo que facilita el crecimiento de la enfermedad. Este es el escenario que debemos prevenir: entre menos personas se contagien, menos necesidad de unidades de cuidados intensivos y hospitalización tendremos que disponer. De parte de las autoridades estamos dando lo mejor de nosotros en alma y cuerpo, exponiendo nuestra salud y comprometiendo las de nuestras familias. Lo justo es la correspondencia de los ciudadanos, la responsabilidad frente a uno mismo y el otro. Lo mejor es el aislamiento social. 

¿En qué está representada la ayuda nacional?

Por ahora hay actos administrativos, decretos y resoluciones. Esperamos que se concreten en formas materiales las decisiones del Gobierno Nacional. Necesitamos que se salden las deudas a la red hospitalaria que tienen las EPS, las deudas del Gobierno Nacional por atención a migración, entre otras.

Además,  esperamos que se tomen medidas económicas y sociales que nos permitan asegurar y proteger a toda la sociedad, especialmente a los más empobrecidos. Este tiempo requiere mucha creatividad y decisiones públicas del Gobierno Nacional. Ideas como las de la renta básica vital para los más vulnerables, deben ser rápidamente valoradas.

La pandemia requiere una revolución en la política social. Hoy más que nunca toma relevancia la solidaridad de la sociedad mediante la acción del Estado. 

¿Hay solución para el problema de la quema de la basura en la zona fronteriza de Venezuela con efectos sobre Cúcuta?

Sí. Es hacer lo que estamos haciendo: trabajo transfronterizo, el mismo que nunca debimos permitir que se alejara al punto que nos alejaron. Independientemente de los conflictos diplomáticos de los Gobiernos nacionales, las regiones de frontera tenemos que mantener las mejores comunicaciones y cooperación entre sí. El ambiente no tiene fronteras. Requiere que los entes territoriales  tengan sistemas de información compartidos y acciones de cooperación por el bienestar de nuestra gente.

Ahora bien, el tema de la contaminación del aire en Cúcuta tiene variables más complejas que los humos de los vertederos. Eso influyó, pero son más elementos a los que hay que prestar atención. En todo caso el trabajo transfronterizo es esencial. Esperamos que lo avanzado esta semana en esta dirección, se mantenga en el tiempo. 

¿Cuál es su lectura de los efectos del coronavirus en lo económico y lo social  en Cúcuta?

La COVID-19 está significando un replanteamiento del sistema de pensamiento de la humanidad. Es paradójico: asistimos a un tiempo donde la mejor forma de demostrar el amor por los nuestros es el aislamiento. Antes un apretón de manos era un símbolo de amistad, cooperación y no. Con esto quiero decir que si cambia el pensamiento y el sentido de sociedad y convivencia, esto también transformará lo económico y social. 

No sabemos cuánto vaya a durar esta pandemia y cuánto nos demoremos para poder controlarla. Nadie podría predecir los efectos en números que nos dejará la pandemia como ciudad, departamento y país. Pero claramente, tiene profundos efectos en como pensamos la economía, la sociedad, la cultura, las instituciones, las decisiones y  el medio ambiente. Todo transversalizado sin duda por un profundo sentimiento de solidaridad: entre todos con el codo o con las manos de nuevo, nos será más fácil levantarnos y continuar.

¿Cree suficientes las ayudas oficiales para los más afectados por el coronavirus?

Hay que transformar la política social en el país, de lo contrario son insostenibles. Necesitamos empezar a trabajar en soberanía alimentaria, en autonomía económica, en reformar el sistema de salud que responda a este tipo de demandas y las ya acumuladas.

Hoy más que nunca es mejor invertir en ciencia y salud que en puentes y asfalto, sin decir que no sea importante lo último. Pero ciudadanos con capacidades económicas y sociales nos permiten mejores niveles de organización y disciplina comunitaria. Hacia esa dirección estamos caminando como ciudad. 

¿Cómo visualiza la vida en la pospandemia?

Más que visualizar con exactitud, creo que tenemos una gran oportunidad de cambio por delante y que sin duda alguna no nos permitirá volver a ser los mismos. En nuestro caso, en 20 días hemos vivido de todo, hemos estado al límite, hemos sacado fuerzas propias, cuya existencia desconocíamos, para salir adelante.

La pandemia ya está pasando con fuerza por nuestra experiencia de vida, por nuestro sistema económico, por como nos relacionamos con el otro y nuestro entorno. Esto no volverá y no puede volver a ser como antes. 

 

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Cicerón Flórez Moya
Cicerón Flórez
Domingo, 5 de Abril de 2020
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