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Cúcuta
El peligroso mercado negro de medicamentos callejeros
Los medicamentos son ofrecidos como si se tratara de dulces en las calles de Cúcuta, Villa del Rosario, Los Patios y El Zulia.
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Orlando Carvajal - Periodista La Opinión
Orlando Carvajal
Sábado, 12 de Octubre de 2019

Argemiro Lozano, de 28 años, no deja de gritar los nombres de los medicamentos que ofrece camuflados en una caja pequeña que lleva colgada de su cuello, similar a la que usan los vendedores de dulces.

Los medicamentos están a la vista de los compradores. “… llévelas pal dolor de cabeza, la fiebre, la tos, la gripa y para los cólicos”, grita una y otra vez Lozano caminando de un andén a otro en la avenida sexta, en los alrededores del Parque Lineal.

“… Le tengo el antibiótico, la que cura pal asma, las inflamaciones, la infección… Le controlo la tensión, el azúcar, la diabetes, la fiebre y la gripa”, continúa de un lado a otro el hombre ofreciendo sus productos.

Los compradores pueden observar encarriladas en la caja paquetes de Acetaminofén, Ibuprofeno, Pediacorl, Cipro Floxacino, Amoxacilina, Cetricina, Prednisolona, Viceralgina y Losartán. Las drogas están revueltas en medio de botellas de agua, Vive 100 y jugos de cajita.

Otra mujer que también merodea el lugar ofrece reiteradamente productos energizantes y para ello pronuncia en retahíla nombres encadenados acompañados de su efecto: “Meromacho para los machos…  Súper Machos para los más machos… si está débil le tengo el Forzán, y si la cabeza le falla y ve candelillas, lleve la vita cerebrina”.

En una cuadra también se escucha vender medicamentos para la hipertensión, el azúcar, la diabetes y hasta jarabes pediátricos como si se tratara de aguacates, todos expuesto a altas temperaturas y al aire libre, sin conservar ninguna cadena de frío. 

Todo esto ocurre ante los ojos de las autoridades, que no se inmutan por este comercio negro de medicamentos callejeros que se ofrece a viva voz en La Parada (Villa del Rosario), Los Patios, Cúcuta y El Zulia.

Los bajos precios que se piden por estos medicamentos es lo que atrae a los compradores, quienes los adquieren sin tener idea de su procedencia y fabricación, dice Germán Gómez, administrador de una farmacia en el centro.

¿Conoce de dónde procede el Losartán que está comprando?, le preguntamos a una mujer de unos 58 años que acababa de adquirir una caja del medicamento a un vendedor callejero. Su respuesta causó asombro: “No me importa saber, después de que me mantenga nivelada la tensión, todo está bien”.

Este desconocimiento puede resultar peligroso para la salud, ya que para nadie es un secreto que en las calles se venden medicamentos de contrabando y, en el peor de los casos, adulterados, afirma Gómez.

El farmaceuta dice que basta con comparar precios para sospechar de que algo no está bien: por ejemplo, una caja de Levenir –Flex Pen, por cinco unidades, para la diabetes, en cualquier droguería se adquiere por $35.000 y $37.000, mientras que en la calle se pide $15.000 por la misma caja, “vaya usted a saber si es del bueno o del chimbo (falso)”.

Las ventas de medicamentos callejeros se incrementaron este año al mismo ritmo que se agudizó la crisis migratoria, lo cual cayó como anillo al dedo a quienes están detrás de este mercado informal, pues de cada 100 venezolanos que llegan a Colombia, 60 vienen en busca de medicinas, dice Ana Julia Fernández, otra administradora de una farmacia de Villa del Rosario, donde se encuentra el mayor número de vendedores callejeros.

“El remedio puede resultar a los compradores más caro que la enfermedad”, dice esta comerciante formal, al tiempo que cuestiona el poco control que existe por parte de las autoridades.

Francisca*, una mujer de 35 años que tiene un puesto en La Parada, niega que los medicamentos que vende son de contrabando. “Yo se los compro a una farmacia mayorista de Cúcuta, lo cual considero son de buena procedencia”, dice.

Pero otra cosa es lo que dice la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), que en el más reciente informe sobre medicamentos de contrabando reveló que en lo corrido de 2019 se han aprehendido 241.615 unidades.

Esta unidad afirmó que la lucha contra este flagelo se intensificó y ello produjo un incremento en las aprehensiones.

Muchos de los medicamentos proceden de Venezuela y en muchos de los casos las bandas intentan llevarlos al interior del país.

(*) Nombre cambiado a petición del entrevistado.

En los controles de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), se han aprehendido este año un total de 241.615 unidades de medicamentos de contrabando.

Hablan las autoridades

El comandante de la Policía de Cúcuta, coronel José Luis Palomino, señaló que la ley colombiana establece que a quien porte alimentos, bebidas y medicamentos que no tengan fecha de vencimiento, que no tengan claro el registro del Invima ni su procedencia, la policía nacional podrá retenérselos y solicitar los respectivos exámenes bromatológicos para establecer su formalidad e informalidad, y sobre todo, identificar el hecho penado y judicializar a quienes los transporten, almacenen o comercialicen. Dijo que en el momento se han cumplido controles y la Polfa ha generado las incautaciones, aunque sin ninguna captura.

Los medicamentos que más se están observando en las calles es el ibuprofeno, vitaminas, analgésicos y energizantes. Palomino reveló que infortunadamente se han encontrado medicamentos que tienen prohibida su venta, como el Glucantime, que sirve para la leishmaniasis, y que es utilizado por la guerrilla y bandas criminales. También se han encontrado medicamentos manipulados en su fecha de vencimiento.

El director del Instituto Departamental de Salud (IDS), Juan Alberto Bitar, dijo que con investigadores de vigilancia y control de la entidad se pusieron en marcha una serie de inspecciones en todas las droguerías y dispensarios de Eps de la ciudad, para verificar la calidad y procedencia de los medicamentos que están suministrando a los usuarios.

El funcionario dio pautas para reconocer cuando un medicamento es falso: Verifique las características físicas del empaque. Por ejemplo, la caja debe estar en buen estado. El sello de seguridad debe estar sin modificaciones: se usa en las medicinas de alto costo. La fecha de vencimiento no debe estar alterada y el envase (blíster, frasco o sobre) debe coincidir con el empaque (caja) del medicamento y tener el Registro Sanitario otorgado por el Invima, que generalmente se representa como 2005M-00001 donde la letra M indica medicamento y algunas veces la presencia de una R al final indica la renovación del Registro Sanitario.

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