“Tener electricidad en la casa le cambia la vida a cualquier familia. Antes se nos quemaban los televisores, los bombillos cuando la vecina conectaba la cocinera eléctrica. Ya eso no va pasar, porque las conexiones son legales y bien hechas”, dijo Tatiana Olaya, vecina del sector 6 de Reyes, en Cúcuta.

Este asentamiento humano se benefició de las obras de expansión de Centrales Eléctricas de Norte de Santander (Cens). Unas 211 familias comenzaron a recibir energía legal a través de la oferta de energía recargable o prepago. 

El gerente de centrales, José Miguel González, explicó que el trabajo hecho en este asentamiento forma parte de la estrategia de normalización en los temas de energía. Manifestó que desde hace tres años han intensificado el plan de expansión, y en el 2017 y 2018 normalizaron más de 13.000 familias. La meta de este año es llegar a 6.500 más.

“En estos asentamientos las familias tienen algunas conexiones ilegales, y otras con muchas dificultades de seguridad que incumplen las normas técnicas poniendo en riesgo la vida de las personas y en riesgo el sistema”, dijo. 

Informó que la inversión en esta comunidad fue de 450 millones de pesos.

Alfonso Peñuela, profesional de distribución, detalló que en este sector se instalaron redes de media y baja tensión, para un total de 1,4 kilómetros de red y 13 transformadores ecológicos con aceite vegetal aislante, que reduce la contaminación generada al medio ambiente.

Además, se instaló una red de distribución integral, con una acometida exclusiva para cada usuario, para garantizar la calidad y continuidad del servicio.

Olaya sostuvo que esto trae beneficios más allá del propio servicio en cada casa, sino que ahora los habitantes tienen electricidad para beber agua fría, para vender gaseosas y para comercializar todo tipo de productos.

En el acto formal de la entrega de la obra, los niños del sector hicieron actividades didácticas alusivas al ahorro de energía.