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En Buena Esperanza la contaminación sigue creciendo como la espuma

El recurso hídrico no es el mismo desde hace 10 años.

Desde el año pasado hay alto nivel de contaminación y no vemos resultado ni solución”, afirma Isaac Roa, presidente de la junta de acción comunal de Buena Esperanza (Cúcuta), notablemente preocupado por la inusitada frecuencia con la que se presenta espuma en el distrito de riego de Asozulia, única fuente de agua de las veredas del sector. 

La turbidez, según relata, es frecuente y en palabras de Libardo Cuberos, habitante de la localidad y presidente de Dignidad Arrocera, el recurso hídrico no es el mismo desde hace 10 años, pero en los últimos tiempos el deterioro es dramático.

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El nivel de espuma de este fin de semana subió demasiado”, relató Roa, quien señala que el problema tiene su origen en la cloaca en que se convirtieron las quebradas Seca y Tonchalera, y con los resaltos del distrito, el agua contaminada toma oxígeno “y vuelve a agarrar espuma”, situación que ocurre cada dos o tres meses, pero con menor impacto que el de este fin de semana.

Cae un aguacerito, aumenta el cauce de agua, y eso hace que corra la contaminación y haga espuma, porque esas aguas negras de las torres (Cormoranes y San Fernando del Rodeo) echan cloro, detergentes, y aunque se ha pedido a Corponor que preste atención, nada”, declaró Cuberos. “Ellos van a la zona, pero toman muestras en Buena Esperanza y de ahí al puente (Mariano) Ospina hay mucha distancia, y lo que queremos es que Corponor tome muestras donde desemboca el agua contaminada”.

Aunque la corporación ambiental ha hecho visitas efectivas a la zona, que dejaron como resultado un “incremento generoso en materia de coliformes fecales del río Zulia, producto del gran número de vertimientos de más de 10 municipios que vierten aguas residuales en la cuenca”, y presencia de 210 por ciento de detergentes en el canal de riego, la comunidad pide más claridad para hallar a los responsables de la contaminación, pues estas condiciones son inviables para la salubridad de los habitantes.

Además, la urgencia de que se construya un acueducto para las 14 veredas, o varios que resuelvan el problema, resulta fundamental esta comunidad que, se estima, suma unas ocho mil personas.

Además, según se conoción, son pocas las personas que tienen la costumbre de hervir el agua, lo cual aumenta los riesgos por enfermedades derivadas del consumo de este tipo de agua.

La actual situación también pone en riesgo a los estudiantes del Instituto Técnico Buena Esperanza, según señaló Cuberos, pues “el agua que se llega allí se consume de este canal”, y se teme que un evento como el del domingo se presente durante la semana, cuando los niños están en la escuela.

Resultados, a la Fiscalía

Según el director de Corponor, Gregorio Angarita, una comisión de inspección estuvo en el corregimiento tomando muestras de agua, con el fin de establecer resultados que, posteriormente, serán entregadas a otros organismos de control, con miras a que se tomen decisiones más contundentes y el acompañamiento a la comunidad sea total.

“La instrucción puntual es que ese informe que se genere pase a la Fiscalía, a la Procuraduría, la Contraloría y la Defensoría del pueblo, para tener una cobertura independiente, e ir al punto de origen de la contaminación”, dijo.

Así mismo, advirtió que se van a “esperar los resultados de las investigaciones, para saber en qué lugar se originan los vertimientos, y para ello, estamos verificando en diferentes puntos”.

Angarita agregó que  la entidad entiende a los campesinos a quienes “les asisten toda clase de razones para su preocupación, por la calidad de las aguas”.

Por su parte, la veeduría Vergestión Norte de Santander ya solicitó a la Alcaldía de Cúcuta información relacionada con la condición actual del proyecto previsto para la primera planta de tratamiento de aguas residuales, así como la selección y adquisición del predio de interés público para tal fin.

Según Diego Rueda, vocero de la veeduría, se espera que el director del Departamento administrativo de Planeación de Cúcuta, Cristian Buitrago, cumpla el compromiso adquirido en las mesas de trabajo interinstitucional que se iniciaron en octubre de 2017, por la contaminación del río Zulia, pero que se detuvieron en mayo de este año.

Con la respuesta de parte de la administración municipal, se prevé la realización de la consultoría de diseño para la primera planta que, además, se espera cumpla con algunos componentes de sostenibilidad.

De otra parte, el veedor indicó que también se solicitó a Corponor que se reactiven las mesas de trabajo y que se dé informe de todos los muestreos de las aguas, entre septiembre de 2017 y septiembre de 2018.

“Estamos esperando acciones concretas”, dijo Rueda. “De lo contrario, actuaremos con la denuncia formal pues no vamos a escatimar esfuerzos para exigir el cumplimiento de la ley y las sanciones a las que haya lugar”.

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Lunes, 24 de Septiembre de 2018
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