El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), informó hace unas semanas que, entre noviembre de 2020 y abril del 2021, el país debía estar preparado para la temporada de lluvias, las cuales alcanzarán volúmenes por encima del 50%, por lo que recomendaron activar los planes de prevención y contingencia.
Una de las características especiales que traen consigo las precipitaciones, son los relámpagos, truenos y los rayos, siendo los últimos, los que mayor temor generan a las personas, ya que son descargas eléctricas que se dan entre una nube y la superficie de la tierra, lo que puede ocasionar daños a estructuras físicas o lesiones personales como quemaduras, traumatismos, estrés postraumático y en algunas ocasiones, causar la muerte.
De acuerdo con investigaciones científicas, la energía liberada por un rayo implica una tensión de aproximadamente 50 millones de voltios, además de una corriente entre 30 o 40 mil amperios. Estos pueden generar temperaturas de hasta 30.000ºC, cinco veces más caliente que la superficie del Sol.
Daños en estructuras
En Cúcuta, las fuertes tormentas han ocasionado múltiples daños en diferentes sectores. El pasado 06 de noviembre, en medio de un gran aguacero, un rayo impactó contra la cúpula de la iglesia de San Rafael Arcángel, causando pánico entre las personas que se encontraban en el templo y en los aficionados a la tecnología que, mientras grababan a través de sus celulares lo que solo era una gran precipitación, terminaron captando un fenómeno natural que pocas veces se puede apreciar.
“Afortunadamente solo fueron unos daños materiales, pero no resultó nadie perjudicado. Son cosas de la naturaleza que nadie puede predecir, pero ya todos han visto el vídeo de cómo fue el impacto y por ahora estamos a la espera de que los expertos hagan los arreglos correspondientes”, dijo Freddy Ochoa, párroco de la iglesia.
“La mayoría de las iglesias cuentan con pararrayos”
La Opinión consultó con la Diócesis de Cúcuta, para saber de qué manera se encuentran protegidas las iglesias de la ciudad frente a posibles rayos y, ante esto, el actual obispo, Víctor Manuel Ochoa Cadavid, recalcó que el sistema de pararrayos “casi todas las iglesias lo tienen. Cuando se construye una iglesia, esto es fundamental ponerlo. Todas los grandes templos de la ciudad lo tienen”.
El obispo recordó que hace un año, la parroquia Nuestra Señora del Rosario en el municipio de Villa del Rosario, también fue impactada por un rayo, resaltando que los daños se solucionaron de manera inmediata con ayuda de técnicos y electricistas.
Protección con pararrayos
Un pararrayos es un terminal externo instalado en un edificio o estructura, que tiene como objetivo atraer el rayo para tener un punto de impacto controlado e impedir que este impacte en una zona no deseada o en las personas.
Según el RETIE (Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas) expedido por el Ministerio de Minas y Energía, los pararrayos deben estar instalados en sitios como colegios, iglesias, centros comerciales, edificios de viviendas y negocios, centros deportivos y centros de transporte público, así como en aeropuertos, hoteles, edificios de gran altura y empresas de servicios públicos.
No obstante esto, “es necesario que a los pararrayos se les haga mantenimiento, porque de nada sirve tenerlo si no están en optimas condiciones, máxime cuando Cúcuta está en una región de tormentas",dijo el ingeniero eléctrico, Horacio Pérez.
¿Cómo protegerme de los rayos?
El socorrista Alejandro Muñoz advirtió que al menos que sea absolutamente necesario no salga al exterior ni permanezca a la intemperie en medio de una tormenta eléctrica. Recomendó buscar refugio en estructuras que ofrezcan protección contra el rayo, tales como: edificaciones bajas que no tengan puntos sobresalientes, viviendas y estructuras con un sistema adecuado de protección contra rayos, refugios subterráneos.
De ser posible, evite los siguientes lugares, que ofrecen poca o ninguna protección: bajo los árboles con mayor riesgo de impacto de rayos, es decir, los más altos. Campos deportivos abiertos, tiendas de campaña y refugios temporales en zonas despobladas, vehículos descubiertos o no metálicos y torres de comunicaciones o de energía eléctrica. Las autoridades insistieron en tener el mayor cuidado cuando se produzcan tormentas eléctricas.
“La gente no se ha convencido de que los rayos matan. Lo que pasa es que en Colombia no tenemos estadísticas frente al tema, pero lo cierto es que la gente pierde la vida por recibir descargas eléctricas”, dijo Muñoz.
