En medio del debate generado por la ponencia del magistrado Alejandro Linares, que en caso de ser votada de manera positiva en la Corte Constitucional, daría vía libre a que las mujeres que así lo decidan puedan interrumpir de manera voluntaria su embarazo hasta las 16 semanas, así el procedimiento no esté enmarcado en las tres causales de aborto que el tribunal avaló desde 2006, se han dado a conocer voces tanto a favor como en contra.

El domingo en la mañana en Cúcuta, en la catedral San José, se llevó a cabo una eucaristía y una marcha por la vida.  

Con la consigna ¡Sí a la vida, no al aborto! religiosos y feligreses se manifestaron en contra del aborto. 

Previo a la marcha, monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, obispo de la Diócesis de Cúcuta, había invitado a los fieles a participar en esta iniciativa. 

"Aprovechemos el día de descanso para salir en familia a defender la vida (…) Defenderemos públicamente a los niños que están por nacer, para que nuestros legisladores escuchen la voz del pueblo colombiano que exige el respeto de la vida que crece en el vientre materno”, afirmó.

 Una de las imágenes que encabezó la marcha fue la de Nuestra Señora de la Dulce Espera, que se venera en la parroquia de la Santísima Trinidad. 

Los pro-aborto defienden su postura

Aunque quienes defienden el aborto no hicieron protestas en la ciudad, sí lideraron un foro dirigido por la corporación feminista ‘Mujer, denuncia y muévete’, con el apoyo de la fundación Oriéntame.

La actividad contó con la participación de La Mesa por la Vida y la Salud de la Mujer, Women links Internacional y la Fundación Oriéntame.

En este encuentro se analizó detenidamente la Sentencia C-355 del 2006, que fue la que abrió paso a la interrupción voluntaria del embarazo en Colombia y que actualmente es respaldada por otras 22 sentencias.

Entre los temas centrales del foro se debatió el por qué se debería despenalizar completamente el aborto y sacarlo como delito en el Código Penal, ya que según explica la corporación feminista, esto permitiría seguir avanzando en la garantía de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, garantizar que las mujeres tengan plena autonomía y autodeterminación sobre sus cuerpos y se le reconozca como ciudadanas plenas.