Los expertos en convivencia escolar advierten que las alertas de que algo malo está sucediendo a sus hijos cuando van a la escuela son fáciles de identificar.
Una de ellas es el cambio de temperamento de los escolares, cuando de manera inexplicable no participan en las charlas del hogar o se muestran retraídos, es señal de que algo les está pasando, señaló la sicóloga Clara María Rueda.
En este caso, la profesional recomienda que hay que preguntarles al niño o al joven lo que les sucede, pero si se muestran herméticos, entonces el progenitor tiene que acudir de inmediato al centro educativo y conversar con el profesor titular, coordinador de convivencia escolar u orientador.
El padre no puede pensar que lo del muchacho es una bobada; hay que actuar y actuar a tiempo, dijo Rueda.
Según las características del caso, este puede resolverse entre docente y alumno o pasar a otros niveles del sistema creado por la Ley 1620 que son los Comités de Convivencia Escolar del plantel, municipal, departamental o nacional.
La Opinión