Unas instalaciones bien dotadas y con profesionales  sociales y de la salud idóneos, pero sobre todo, una mano amiga  que escucha y ayuda a familias y pacientes con síndrome de Down, es lo que representa para por lo menos un centenar de cucuteños la Fundación Corazón de  Ángel.

La fundación, que nació hace dos años en el barrio Los Caobos, cuando Mirza Coral quiso hacerle un homenaje a su hijo fallecido, quién también padecía este síndrome, terminó convirtiéndose en un aliciente para las familias de estos pacientes que no sabían o no tenían los medios para brindarles una atención integral a sus hijos.

“Yo pasé por todo esto. Cúcuta no es una ciudad muy incluyente, y a través de mi fundación busco que los padres y sus hijos puedan mejorar oportunidades de atención“, recalcó la fundadora.

Coral se metió la mano al bolsillo y con sus ahorros le dio un primer empujón a la fundación, esperando que esta loable causa consiguiera más benefactores con el tiempo, pues mantener a Corazón de Ángel es bastante difícil por los costos que genera desde el arriendo hasta el pago del personal.

Aunque los niños y jóvenes hacen un aporte monetario mínimo a la fundación, estos en ocasiones no son suficientes, lo que tiene a la fundación al borde de cerrar definitivamente sus puertas.

Incluso, aún en aislamiento preventivo, los docentes por voluntad propia han seguido motivando a sus alumnos y a los padres de familia a través de grupos de whatssap, brindándoles asesorías y actividades para que la cuarentena no impida la continuidad de las enseñanzas, sin embargo cada día la tarea de seguir a flote es más difícil.

“Hace unos días leí una noticia de que la Alcaldía de Cúcuta  le estaba apostando a la educación inclusiva y estaban buscando maestros. Nosotros en la Fundación Corazón de Ángel tenemos unas buenas instalaciones y tenemos excelentes profesionales que podrían ser tenidos en cuenta por el alcalde”, manifestó Coral.

La cucuteña invitó a la institucionalidad y a la empresa privada a unirse a esta causa para permitirles a los niños de la fundación seguir contando con un lugar de aprendizaje y de atención, pues  no quiere que Corazón de Ángel  se acabe.