La crisis causada por el coronavirus está siendo mitigada por esfuerzos de autoridades locales, departamentales, nacionales e incluso por la solidaridad de las personas, pero no es un secreto que el impacto en la economía de los hogares es tan grande que las ayudas quedan reducidas a muy poco.

Uno de los sectores más afectados es el de los ‘informales’ y ‘ambulantes’, esas personas que a diario con su pequeño emprendimiento buscaban tener el sostén para sus hogares, pero dado el aislamiento social se quedaron sin recursos para afrontar la pandemia.

“Si antes de que iniciara la cuarentena tenías dificultades, ahora la cosa es crítica porque nuestro sustento venía de las personas que caminaban por las calles de Cúcuta, pero ahora todos en casa es muy difícil. Como hemos podido, rebuscamos la forma de conseguir sustento, usando la bicicleta que antes era de tintos para hacer domicilios y así”, comenta Carlos Velandia, vendedor informal.

Esta población fue una de las causales que motivó a la Fundación Creciendo Unidos a donar tapabocas para protección de aquellos vendedores ambulantes e informales que por diversas causas deben salir a ejercer distintas labores y no cuentan con recursos para comprar elementos de protección.

Damian Alejandro Nuñez, encargado de las comunicaciones de la fundación, precisó que desde hace 30 años esta entidad a unido fuerzas con donantes extranjeros para dar apoyo a la población víctima del conflicto armado en Colombia, que en su proceso de desplazamiento ha tenido que recurrir a trabajos informales para obtener el sostén de sus familias.

En Norte de Santander llevan alrededor de 20 años prestando sus servicios en la región.

Dadas las circunstancias que ha generado la pandemia, la fundación ha redirigido sus atenciones a cubrir las necesidades de los vendedores informales que por el confinamiento se quedaron sin recursos. Así que con el apoyo de los cooperantes internacionales han entregado ayudas como mercados, ahora surge la iniciativa de facilitarles elementos de protección como tapabocas y gel antibacterial que les permita estar más protegidos.

“La Fundación Creciendo Unidos hizo una convocatoria de voluntarios para poder contar con telas, costureras y demás elementos para la creación de tapabocas para poderles regalar a todas estas familias trabajadoras que viven de la economía informal y puedan protegerse cuando estén en calle”, comentó Núñez. La fundación también hizo un llamado a la comprensión con las personas que se ven obligadas a ejercer alguna labor fuera de casa.