Al menos 35 obras inconclusas y abandonadas ha detectado la Contraloría del departamento en la región y que cataloga como ‘elefantes blancos’, que suman más de 35 mil millones de pesos.

“Fueron dejadas al libre albedrío de las administraciones”, señaló el titular del organismo de control, Silvano Serrano. “Las obras van a ser objeto de traslados”. 

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El hallazgo se generó luego de un ejercicio de indagación con los alcaldes y sujetos de control para que contaran si tenían elefantes blancos, “pero no apareció ninguno”, relató el contralor.

Luego, se hizo una tarea similar con líderes y veedores “y allí sí empezaron a aparecer”.

Además de avanzar en los procesos disciplinarios por estas irregularidades y avanzar en la culminación del informe que originará hallazgos fiscales y disciplinarios, Serrano explicó que se seguirán buscando más ‘elefantes’.

“Se mandará hacer un elefante blanco en madera, que se va a llevar a los centros comerciales, universidades y demás escenarios públicos con miras a generar conciencia y sensibilidad”, dijo. “Adicionalmente se dejará un espacio para que la ciudadanía comparta otros elefantes blancos que no hayamos detectado”.

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Recordó uno de los casos más llamativos, con un centro agorindustrial de un municipio que tuvo una inversión cercana a los 2 mil millones de pesos, que está abandonada hace más de 7 años.

“La respuesta que dan es que las personas no se quieren pasar para allá”, relató. “Sin embargo, incurren nuevamente en la construcción de un espacio similar, a siete cuadras”.

Por la transparencia

Los hallazgos de la Contraloría fueron presentados en un encuentro entre empresarios y rectores de las universidades de la región, cuyo objetivo fue avanzar en la construcción de un pacto por la transparencia.

Allí, las instituciones confirmaron su participación en la lucha contra la corrupción y también se anunció la conformación de una veeduría regional entre estos sectores, con el fin de velar por la óptima ejecución técnica y financiera de proyectos de interés regional.

Entre ellos, se destacaron el acueducto metropolitano, los contratos viales de gran envergadura, como la vía Cúcuta-Pamplona, así como los planes de ordenamiento territorial, que actualmente están en revisión y actualización.

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Entre los compromisos destacados sobre los que trabajarán empresarios y rectores, se resaltan la consolidación de alianzas para luchar contra la corrupción; informar sobre los hechos irregulares; promover la cultura antifraude, y difundir con estrategias de comunicaciones los esfuerzos que se hagan para promover la transparencia.

Por su parte, la Contraloría asegurará la implementación de estrategias de transparencia; estímulos a la ciudadanía para que se vincule a la gestión fiscal; capacitar en política y administración pública, y avanzar en la conformación de veedurías ciudadanas.

La rectora de la UFPS, Claudia Toloza, resaltó la puesta en marcha de esta estrategia y enfatizó en que, en ocasiones, no son las instituciones las corruptas sino que hay “prácticas que nos ponen en riesgo de corrupción; debemos identificarlas y alejarnos de ellas”.

Dudas sobre corrupción

En desarrollo del encuentro, el subcontralor de Cúcuta, Hugo Márquez, criticó la forma en que se desarrolló el reciente foro de la revista Semana sobre corrupción, del cual dijo “estaba diseñado para atacar y no para promover”.

“Desde Bogotá tienen una visión absolutamente distinta de lo que es Cúcuta”, dijo.

Márquez aseguró que en allí “somos corruptos, y no solo quienes están en el poder; esa agua sucia nos cae a todos, por acción u omisión”.

“Esa mentalidad de Bogotá de que aquí hay corrupción no es cierta; aquí lo que hay es un modus vivendi y se llama supervivencia”, puntualizó.

Al respecto, Francisco Unda, Gerente seccional de la Andi, cuestionó la opinión de Márquez y pidió reconocer que la situación regional “no es perfecta”, a lo cual el subcontralor contestó que su objetivo no es solapar la corrupción sino que “aquí hay gente pujante”.