La Procuraduría de la Nación, la Contraloría y la Fiscalía acompañarán una acción popular planteada por los graves problemas presentados en los edificios de la urbanización Cormonares, específicamente en la torre 28, que presenta inclinación y grietas y fisuras en la estructura.
La acción legal busca garantizar el derecho a la vida, el derecho de los menores de edad que viven en el edificio, y el derecho a la vivienda digna.
El Comité Regional de Moralización, integrando por estos órganos de control regional y municipal, supervisó la estructura y pidió el desalojo del espacio, por considerar que las 20 familias (80 personas aproximadamente) que viven en la torre corren riesgo de morir si siguen viviendo allí.
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“Consideramos que debe hacerse un desalojo inmediato, con reubicación de las personas”, dijo el procurador regional, Édgar Fandiño. “Nadie puede ser discriminado por su condición social, pues el hecho de que estas personas adquieran viviendas de interés prioritario o social no significa que le entreguen lo peor”.
En una reunión, los representantes de los órganos de control hicieron una visita a cada uno de los apartamentos de la torre 28. Además, supervisaron el trabajo de unos filtros que la Constructora JR instaló en medio de las torres, a través de los cuales escurre agua que hay bajo las estructuras.
Los órganos de control también escucharon los planteamientos de los vecinos del resto de los edificios, que aseguran que en sus torres también se están presentando fisuras.
“Yo no soy constructora, pero sé lo que ocurre dentro de mi apartamento, que no está en la torre 28, sino en la 36, donde también hay grietas y fisuras. Y en el edificio también hay niños, como en el resto”, dijo Martha Caños, habitante.
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Blanca Cruz, contralora municipal, explicó que aunque la constructora asegura que los edificios no se van a caer, ellos deben empezar acciones preventivas.
La contralora dijo que llevará un mensaje al Concejo municipal, para hacer un debate sobre el problema.
Apenas a esta fecha los entes de control prendieron las alertas por lo que está ocurriendo en los edificios de Cormoranes; sin embargo, ya hace dos año que la estructura comenzó a presentar fallas.
Los vecinos exigieron que la inspección no se quede en solo una visita.
La secretaría municipal de Gestión del Riesgo de Desastres levantó un informe con las fallas de cada apartamento.
La constructora JR entregó un cronograma de trabajo a la comunidad: el primer punto incluye la colocación de los filtros de agua en medio de las estructuras. El segundo, la instalación de cámaras de vigilancia, para monitorear las torres durante las 24 horas. Lo próximo que hará será colocar 36 pilotes, a 12 metros de profundidad, que abrazarán la estructura reforzando los asentamientos de la edificación.
