El efecto migratorio de Venezuela hacia Colombia comenzó a impactar con un ingrediente adicional que no estaba en las cuentas de las autoridades: los niños con cáncer.

Ayer, en la celebración del Día internacional del cáncer infantil, las personas que están detrás de la atención de esta población en Cúcuta expresaron su preocupación por el notorio incremento que empieza a darse de niños con cáncer provenientes del vecino país.

Estos menores están llegando a Cúcuta a solicitar todo el tratamiento para tratar la enfermedad, y a la fecha ya tenemos a cinco de ellos que están recibiendo el tratamiento de con el apoyo de la Fundación Soñar, dijo Pilar Serrano, directora de la entidad.

Esta situación se presenta en un momento difícil, dado que adicional a estos niños se suma la de otros 31 menores colombianos (nueve de ellos en lo que va corrido del año) que también se están atendiendo. La mala noticia es que cada día se conocen más casos”, reveló Serrano.

La directora de Soñar hizo un llamado a las autoridades para que se sumen a este esfuerzo que se hace para brindar calidad de vida a los infantes con cáncer, toda vez que se siguen presentando barreras en las rutas de atención, “y ello no nos deja prestar los tratamientos a tiempo”.

Dijo que por ley, una vez el niño sea diagnosticado por el médico, las entidades tienen tres días para empezar su tratamiento, pero hay casos en los que pasan hasta tres meses esperando una autorización de la Eps, la misma que ni con tutela ni desacato se obtiene a tiempo y ello va en contra de la vida de los menores.

A parte de los niños diagnosticados en los dos últimos años, Soñar también asiste a otros 60, algunos con tratamiento de quimioterapia.

Aura Basto Amaya, directora de la Fundación Pequeños Guerreros, que también brinda atención a niños con cáncer en Cúcuta, coincidió con Serrano en cuanto a la preocupación por la llegada a la ciudad de niños venezolanos que padecen la enfermedad. En esta entidad se recibieron este año siete menores del vecino país.

Esta fundación brinda atención a 65 niños colombianos, pero Basto afirma que la cifra en Cúcuta puede ser tres veces la que ella atiende. “Todos las semanas conocemos casos y lo terrible es que en su mayoría los menores llegan con la enfermedad en un estado muy avanzado”.

Este jueves, ambas fundaciones ofrecieron una atención especial a los niños en los centros comerciales Unicentro y Ventura Plaza.