La crisis socioeconómica desatada por la pandemia del coronavirus ha generado estragos en todos los sectores, uno de ellos el de la educación, especialmente en los centros técnicos y tecnológicos laborales de la ciudad, ya que muchos dejaron de recibir el dinero de la matrículas que ingresaba semanal o mensualmente a caja.
A diferencia de las universidades que cada inicio de semestre cobran el total de su matrícula, las instituciones educativas para el trabajo y el desarrollo humano tienen una característica especial y es la financiación que ofrecen para el pago de las inscripciones o registros a las carreras ofertadas.
Albeiro Yaruro, director del Instituto Técnico Imtel de Cúcuta, manifestó que, aunque en un principio los estudiantes estuvieron recibiendo clases a través de las plataformas virtuales, estas debieron ser suspendidas en su totalidad, ya que la mayoría de los estudiantes, debido a la crítica situación abandonaron sus estudios y no han podido pagar las mensualidades.
“Nos hemos visto muy afectados, porque el tipo de población que nosotros recibimos son de estratos 1, 2 y 3. Casi el 100% no ha podido cancelar a causa de que muchos trabajaban para pagarse sus estudios y perdieron el empleo, otros vivían del día a día y es lógico que sin poder salir a trabajar no están generando recursos y nosotros no estamos recibiendo ingresos de ningún orden”, dijo Yaruro.
No obstante, el cese de actividades no ha impedido que los gastos sigan corriendo, como por ejemplo los servicios públicos, el arriendo y, sobre todo, la nómina de los empleados conformada por docentes y administrativos, que según informa el directivo, se ha logrado mantener gracias a los fondos de reserva que guardaban en caso de alguna emergencia.
Recursos que se han idoc acabando, ya que los meses siguen corriendo y el director es consciente de que no todos los estudiantes lograrán ponerse al día con los pagos y muy pocos querrán matricularse nuevamente debido al temor de que la pandemia se extienda.
A pesar de su intención en continuar con las clases para los jóvenes que cursaban ciclos de bachillerato, fueron los estudiantes quienes eligieron aplazar sus estudios, puesto que no contaban con las herramientas necesarias para poder desarrollar las actividades.
A su vez, Yaruro denunció que han sido víctima de los ladrones en dos oportunidades,en las cuales los delincuentes se llevaron 5 computadores, un agravante más a las circunstacias, ya que tuvieron que invertir en una reja eléctrica para la seguridad del instituto.
Reanudaron prácticas
Carlos Prieto, coordinador de gestión institucional del Instituto Bolivariano Esdiseños (IBES), sostuvo que, de los 2.500 estudiantes inscritos, aproximadamente 300 han decidido suspender o aplazar sus procesos de formación.
