Los trescientos policías a los que les concedieron permisos especiales de Navidad, justo en la temporada que más se necesitaban, a la postre fueron la causa del descontrol en el que se debatió la ciudad entre el sábado 22 y el 25 de diciembre.

Quienes acudieron al centro durante estos días no tuvieron por dónde movilizarse, a pie o en carro, ya que las calles y los andenes permanecieron atiborrados de ventas callejeras.

Caminar por las avenidas quinta, sexta, séptima y octava, entre calles 4 y 11, era imposible, además de que la presencia de policías era insuficiente para controlar el flujo de personas y carros, dijo Evaristo Márquez, vecino de El Llano.

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Las quejas por el caos mantuvieron exacerbados los ánimos de los ciudadanos, a tal punto que muchos criticaron la decisión del comando de policía de mandar a vacaciones a un número tan alto de agentes y por espacio de siete días.

“No cabe en la cabeza de nadie que las autoridades en lugar de reforzar la seguridad y la movilidad durante las fiestas, lo que hicieron fue debilitar los controles y por ello tanto desorden en las vías del centro”, denunció Alejandro Jaimes, un comerciante de telas.

El secretario de Gobierno Jimmy Cárdenas, se mostró desconcertado con la decisión de la Policía, al calificarla de equivocada.

Días previos a la celebración de la Navidad, el Concejo le practicó un control político a la Policía de Tránsito por los flojos resultados en   su misión de garantizar movilidad en el centro de la ciudad.

En esa oportunidad, concejales como Oliverio Castellanos, Carlos Camero y Bachir Mirep plantearon cambiar la estrategia para garantizar la movilidad en vías estratégicas del centro como las avenidas quinta, sexta, séptima y octava.

Lo que se planteó fue que en lugar de perseguir a los conductores para imponerles comparendos, mejor regularan el tráfico para que fluyera sin detenerse.

A vacaciones

Y aunque el comandante de Policía de Cúcuta, coronel Javier Barrera aseguró que había un plan en marcha, con suficientes hombres, para garantizar la seguridad y la movilidad, otra cosa fue lo que se vio durante la celebración de la Navidad.

La circular que expidió el comando de Policía, a la cual tuvo acceso La Opinión, señala que los permisos se concedieron en tres turnos, uno de los cuales ya disfrutó de los siete días, el segundo va hasta el 4 de enero y el tercero hasta el 12, lo que quiere decir que  el caos que se presentó en el centro durante la Navidad se volverá a repetir para el cierre del año y comienzo del nuevo.

La circular, firmada por Barrera, manifiesta que los permisos se concedieron para que los uniformados compartan con su familia las fiestas decembrinas.

Pero no solo la movilidad estuvo comprometida, también la seguridad, de lo cual se derivaron las 110 riñas que ciudadanos protagonizaron durante la Nochebuena, ubicando a Cúcuta entre las cuatro capitales con mayor afectación de la convivencia.

Hechos de sangre como el ocurrido en una cancha del barrio El Páramo causaron repudio entre los vecinos, debido a que se produjeron en un sector céntrico de Cúcuta y a plena luz del día.

Cárdenas admitió que se produjo un caos impresionante por la alta presencia de ventas informales en las calles, debido a la gran cantidad de inmigrantes. El control se salió de las manos, dijo el funcionario al tiempo que pidió excusas por esto.