Los conductores piden ser atendidos por el alcalde Yáñez, quien les había prometido que periódicamente establecerían mesas de diálogo que no se cumplieron.
Entre las peticiones está el subsidio para las diez familias de los compañeros a los que en hechos criminales les quemaron sus taxis este año, la negativa de la administración de otorgar autorizaciones para los paraderos, el crecimiento del transporte ilegal, la invasión del espacio público y el mal estado de las vías, entre otras.