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La música de aquellos diciembres que arruga el alma

Los cucuteños han bailado hasta rabiar esos pegajosos temas que no pasan de moda.

Llegó con su alegría el mes más esperado del año y ya los habitantes de Cúcuta están listos para lo que serán sus imperdibles fiestas de Noche de Velitas, 8 de diciembre, Noche Buena, Navidad y fin de año.

En estos días también se llevaban a cabo rumbas de despedidas de año, cenas navideñas, matrimonios, primeras comuniones, bautizos, cumpleaños e infinidad de motivos que los habitantes de la frontera se inventan para tomar y divertirse sin sentir remordimiento alguno.  

Esos momentos especiales donde no faltan la natilla, los buñuelos, las hallacas y el bailoteo, la buena música es invitada de honor  y muchos prefieren esos temas viejos, que se escucharon en aquellos diciembres, que ponen la carne de gallina y le arrugan el corazón y el alma hasta el más duro.   

Los cañonazos

El disc-jockey Félix Gotardo Pérez, El Gato, con 25 de sus 48 años en ese oficio, recuerda que por influencia de su padre y una tía que trabajaban en una tienda de discos, conoció de la música siendo apenas un niño, porque los temas promocionales llegaban a su casa del barrio El Callejón, influyendo en su vida y en lo que sería su profesión.  

Su memoria se remonta a finales de los años 70 cuando empezó a crecer y tuvo en sus manos un disco de acetato de 33,5 revoluciones llamado El Pare, sello colombiano que las casas disqueras sacaban para final de año.

Era un mosaico de 25 minutos por cada lado, novedoso porque venía mezclado, con canciones que no terminaban o venían muy pegadas, que incluían lo mejor del año y metían éxitos para que sonaran el siguiente. 

En esa época la gente prefería la música de Alfredo Gutiérrez, El Indio Pastor López, del barranquillero Gabriel Romero, Los Corraleros de Majagual con la Burrita de Eliseo, Nelson Enriques, Los Buitraguitos, Los Hispanos, la Gran Banda Caleña, música corrida para todos los gustos y que la gente disfrutaba en todas las fiestas.

Sonaron además El Cuartetazo del compositor Castellón Moralesa e interpretado por Los Wawancó,  el Pávido Návido compuesto por el mexicano Santos Espinosa Lara, o canciones del gran Alejo Durán, el primer rey vallenato, entre otros temas de grata recordación. 

Luego vino Discos Fuentes con los 14 Cañonazos Bailables, que reencauchó éxitos de los sesentas, con álbumes que metían un poco de salsa, un poco de cumbia, lo que se conoció como música tropical. Discos Fuentes en 2018 llegó al volumen 58. 

Juan Carlos Coronel con el Nene y sus Traviesos grabó Patacón pisao y Los Tupamaros produjeron el disco Tropicalísimo, en los años 1986 y 1987, respectivamente.

Codiscos también pegaba duro con el Disco del Año que ya completó medio siglo, donde venía el tema que era el palo para que sonara en diciembre.

"Uno llegaba a las discotiendas, la más visitadas Tijuana Discos y la Casa del Swing,  y le decía al dependiente véndame las nuevas colecciones. El que no tuviera esos éxitos no estaba en nada, junto a la música tropical venezolana que salía en el mosaico Los Bonchones e incluían temas colombianos", recuerda Félix Pérez. 

Temas nostálgicos

La Víspera de Año Nuevo de Guillermo Buitrago, era todo un himno que se escuchaba antes del 24 de diciembre, junto con Arbolito de Navidad, del compositor José Barros Palomino, grabada por el mismo en los años 40 con los Trovadores de Barú, y que también fueron éxito de Los Wawanco y Los Graduados. 

En los últimos días del mes los temas preferidos eran más nostálgicos  y el 31 de diciembre antes de darse el abrazo de feliz año era obligatorio Yo no olvido el año Viejo y Cinco pa las Doce de Néstor Zavarce.

Esas canciones escuchadas con sentimiento hacían llorar a los abuelos, padres y tíos y hasta los más jóvenes que veían esa escena sin entender por qué derramaban tantas lágrimas en medio de la alegría y el bullicio, todos con una copa de champaña en una mano y en la otra las 12 uvas y  los bolsillos llenos de lentejas y monedas para que el nuevo año fuera más próspero". 

Empezando los ochentas Pastor López llegó con El Hijo Ausente y la Billos Caracas Boys con Año Nuevo, dos temas muy pegados de esa época.

Se recopilaban para diciembre temas de Rodolfo Aicardi como La Cerveza, Tabaco y Ron; Los Falcons tocando Aquellos Diciembres; 24 de Diciembre, composición de Francisco 'El Mono' González, cuya versión más conocida estuvo a cargo de la cantante palmireña Lucy Figueroa con el conjunto Los Ángeles del Valle. 

Estuvieron de moda las canciones de la Sonora Bonita, Grupo Clase, Pastor López con Volví a Renacer, Marqua y su Combo y de Venezuela Los Profesionales, Los Ideales, Los Originales y el infaltable Grupo Caliche de San Cayetano con el pegadísimo éxito La Profesora de Inglés, de Antonio Castrillón. 

Después vinieron temas que marcaron época en aquellos diciembres como fue el merengue dominicano con Las Chicas del Can con éxitos como Juana la Cubana;  WilfridoVargas, El baile del Perrito;  Sergio Vargas, La Pastillita, y Bonny Cepeda, Una Fotografía y Cuarto de Hotel, entre otros temas e intérpretes.  

Porros y cumbias 

Alenda, la hija de Iván Orozco, propietario de la Taberna de Iván, dice que heredaron de su padre el gusto por la música, del que él era un gran conocedor, quien a lo largo de los años cautivó a sus clientes, quienes acudían al negocio en el Centro Comercial Bolívar a disfrutar de temas de grandes orquestas como la Billos Caracas Boys y Los Melódicos de Venezuela, así como los porros y cumbias que la gente suele escuchar en diciembre.

"Son temas que traen ese sentimiento decembrino que nos pone a rumbear y nos hace parar de la mesa para pasar un rato chévere a ritmo de esas melodías", dice Alenda. 

Agrega que la taberna, que sigue abierta después de la muerte del Gordo Iván, es un espacio tradicional de la ciudad, con 25 años de funcionamiento, que tiene entre sus encantos que allí se puede escuchar un bolero, una ranchera, salsa y música actual, y que en la época más bonita del año tienen cabida piezas excepcionales como los Cantares de Navidad de Los Hispanos o el porro inmortal El  Año Viejo del compositor colombiano Crescencio Salcedo Monroy, interpretada por el mexicano Tony Camargo Carrasco, una de las pieza obligadas en todos los diciembres. 

Vestir las calles

Eran épocas muy lindas, cuando las calles de la ciudad se vestían con todo tipo de adornos y explosiones de color, los andenes y sardineles se pintaban y las cuadras se cerraban para dar paso a la fiesta total, en la que hombres, mujeres y niños se ponían el estreno y entre vecinos se compartía trago,  las tradicionales hallacas y otros platos especiales. 

Sonaban en esos años los artistas del tecnomerengue como Roberto Antonio con Baja de esa Nube; La Piernona de Miguel Molli; Dame un Besito de Natucha, y Un Poquito de  Diveana, cuyo compositor y arreglista era Luis Alba, artistas que hacia octubre sacaban sus últimas producciones para tenerlas bien pegadas en diciembre, ritmo que reemplazó por algún tiempo la música tropical.

Incursionaron los salseros eróticos como Franklin Ruiz, Eddy Santiago, Rey Ruiz y Gilberto Santa Rosa, pero no dejaban de sonar temas como Apágame la Vela, Los Gotereros, Arbolito de Navidad, La Víspera de Año Nuevo de Guillermo Buitrago, Aquellos Diciembres de Los Falcons, La Cinta Verde de Gustavo 'El Loco' Quintero, o la Camisa Rayá de Alfredo Gutiérrez, Alejo Durán y los tradicionales villancicos que estarán vigentes hasta el fin de los tiempos.

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Eduardo Bautista
Eduardo Bautista
Lunes, 3 de Diciembre de 2018
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