Aunque tal vez no lo sea, muchos señalan estos tiempos como apocalípticos. Sin embargo, en momentos así, donde la ansiedad y el temor están a flor de piel, las personas buscan un lugar donde refugiarse y la fe se vuelve imprescindible.

Ahora bien, con lo que no se contaba, era que las puertas que se creía que jamás se  cerrarían, cerraran. 

Sin importar si es católico, cristiano protestante, reformado o de cualquier otra creencia, la regla no tuvo excepción. “No puede haber ningún lugar con más de diez personas reunidas, esto es para evitar la propagación del coronavirus”, precisó el presidente de Colombia, Iván Duque.

La medida, evidentemente, obligaba a las iglesias a cerrar sus puertas, porque además de que estos lugares pudieran focalizar puntos de propagación, también cuentan con población vulnerable al contagio.

Sin embargo, este no fue el final de la iglesia y una de las palabras más comunes por estos días, “reinventarse”, fue la que adoptaron los diferentes líderes religiosos de la ciudad, los cuales concordaron en algo: “la iglesia no son templos, ni paredes, la iglesia son las personas”. 

Iglesias virtuales

Pero, ¿cómo lo han hecho? Pues por fortuna, la pandemia llegó en una época bastante ‘virtualizada’, en donde los avances tecnológicos han facilitado el ‘contacto’ y la comunión sin cercanía física.

Así lo explica Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, obispo de Cúcuta, quien afirmó que la iglesia de Cúcuta desde el primer momento, con mucha responsabilidad y conociendo la gravedad de la COVID-19, tomó la decisión de cerrar el culto público, coincidiendo con el primer confinamiento.

Si bien es cierto la catedral, las capillas y diferentes escenarios donde se realizaban las eucaristías clausuraron, las eucaristías se siguen celebrando y los sacerdotes siguen cumpliendo con su misión de orar por sus feligreses.

“Para continuar tomamos varias líneas, una de ellas fueron los medios de comunicación. La Diócesis de Cúcuta cuenta con una emisora radial, de hecho, de las más escuchadas en Norte de Santander, que se llama Vox Dei, la emisora inició todos los días a transmitir la misa.

“En Semana Santa, a pesar de la situación, tuvimos una buena respuesta de los feligreses pues la trasmisión por Facebook alcanzó la cifra de 137 mil personas, esto es un número muy significativo”, comentó Monseñor Ochoa.

Además, explicó que la Diócesis dispone de un periódico llamado La Verdad, que tuvo que parar su distribución física, pero por primera vez circularon de forma virtual. Los párrocos, por su parte, iniciaron la transmisión de la santa misa y el santo Rosario por redes sociales como Facebook y YouTube, para tener más cercanía con sus fieles.

La parte social tampoco paró, la iglesia se mantuvo activa con la atención a los enfermos, comedores sociales, banco de alimentos y demás actividades dirigidas a la población vulnerable de Cúcuta. 

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No obstante, las misas virtuales no fueron novedad para todos, pues había párrocos que ya llevaban un tiempo especializándose en ello, como es el caso del Padre José David Cañas, sacerdote de la iglesia del Perpetuo Socorro, quien desde hace aproximadamente un año inició la transmisión de mensajes espirituales por medio de YouTube, los cuales han tenido un impacto importante en los fieles de la ciudad, el país, e incluso internacionalmente.

Camila Becerra, directora en Cúcuta de Lazos de Amor Mariano, también dio a conocer que las plataformas virtuales han sido el medio más efectivo para la comunicación en estos tiempos. “YouTube, Zoom, Facebook, han sido los medios por los cuales nos hemos reunido tanto de manera local, como con el equipo de Lazos de Amor Mariano a nivel nacional”, comentó Becerra.

Sin embargo, no todo ha sido tan sencillo, explicó el monseñor Ochoa, quien precisó que de los momentos críticos que tiene que atravesar la iglesia es tener que negarles la entrada a las personas que quieren realizar una eucaristía a familiares que han muerto en estos tiempos. A pesar de ello, comentó que esto no ha impedido que los sacerdotes se acerquen con todos los protocolos de seguridad a oficiar desde los lugares dispuestos para dar la bendición a los difuntos.

Las iglesias protestantes, reformadas y de distintas denominaciones tampoco se quedaron atrás ni dejaron solos a los miembros de sus comunidades, entendiendo que un buen porcentaje de la población cucuteña y del área metropolitana hace parte de sus rebaños.

Luis Eberto Mosquera, pastor de la Primera Iglesia Bautista de Cúcuta, comentó que aunque el templo se cerró, la iglesia nunca paró. 

“Entendiendo la realidad del país, conociendo que la iglesia debe someterse a las autoridades, decidimos que el templo no estaría abierto a los miembros, sino que haríamos nuestras reuniones por medio de las redes sociales como Facebook, Zoom y YouTube”. 

Además, el pastor comentó que para estar más cerca de las personas se delegó a un líder por diferentes sectores de la ciudad para hacer acompañamiento y cerciorarse de sus necesidades, pues hizo hincapié en que las obras sociales que acostumbra a hacer la iglesia, no menguaron, sino que por el contrario se incrementaron. 

José Satirio Dos Santos, pastor principal de la iglesia Centro Cristiano Internacional, que por cierto, es una de las más grandes en la ciudad y el área metropolitana –al menos 30.000 miembros- dio a conocer que las actividades de manera virtual se han aumentado y que al igual que las demás iglesias se han basado en los medios de comunicación y plataformas digitales para continuar cerca de los suyos.

“La iglesia cuenta con su propia emisora, Frecuencia F, en donde hemos impartido nuestras predicaciones, también contamos con tres canales televisivos y los canales digitales como YouTube, en donde programas como Café Pastoral, Mujeres en Contacto, Milagro en Tu Casa, Encuentro con el Pastor y reuniones dominicales, se están trasmitiendo en vivo, permitiendo interacción con la iglesia”, precisó el Pastor.

Comentó que otras actividades se han intensificado, y que la celebración del aniversario de la iglesia que normalmente atraía a miles de personas en el templo principal, ahora será trasmitida todos los días a partir de la la otra semana.

El contacto con las personas no se ha dejado de lado, pues la iglesia, comenta el pastor, se ha movido de la mano con las autoridades locales llegando a miles de hogares con mercados; además, explicó que con el acompañamiento del Icbf han estado prestando atención a 2.500 niños de Norte de Santander, por lo que hace hincapié en que nada puede parar las acciones para las que la iglesia ha sido llamada por Dios. Ni siquiera una pandemia parece lograrlo.

Por: Sara Barrera 
sara.barrera@laopinion.com.co