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Cúcuta
La titánica tarea de la Niña María
Han repartido 182.160 raciones a cerca de 220 niños entre 2 y 10 años.
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Miércoles, 4 de Marzo de 2020

Hasta la puerta del Centro de Caridad de Ayuda Infantil la Niña María de la Fundación Pía Autónoma Asilo Andresen, llegan a diario decenas de familias venezolanas y colombianas retornadas que buscan un cupo para sus hijos. 

Estar allí no solo les garantiza que los menores van a tener cuatro comidas al día, sino que también tendrán un lugar donde serán cuidados mientras los padres trabajan en las calles de Cúcuta  o Villa del Rosario. 

“Acá no tenemos un horario fijo, y el flujo de beneficiarios es muy variante. Nosotros tratamos de adaptarnos a las condiciones y necesidades de cada familia, porque la prioridad son los niños”, explicó el sacerdote José Elver Rojas, representante legal de Asilo y el centro de caridad.

El centro de caridad, que cumplirá un año de funcionamiento el próximo 9 de marzo, ha repartido 182.160 raciones (desayuno, almuerzo y dos refrigerios al día) a cerca de 220 niños entre 2 y 10 años.

“Las familias salen desorientadas de su país y se encuentran  acá con un oasis en medio del desierto en el que viven. Quisiéramos atender a más niños pero los recursos son limitados”, explicó Rojas.

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Y es que garantizarles la alimentación a los beneficiarios no es una tarea fácil. La manutención diaria del hogar es de $1.320.000, lo que representa $30.360.000  en los 23 días de servicio que se prestan al mes, sin contar los servicios que prestan los 25 voluntarios que se turnan algunas tareas del centro de ayuda infantil.

 A esto se le suma otras ayudas como la de Caritas Internacional que en alianza con otras organizaciones remodeló y dotó la cocina del hogar.

“Gracias al apoyo del Banco Diocesano de Alimentos y de benefactores particulares el comedor nunca ha cerrado sus puertas y pasó de atender 30 niños en su primera semana de funcionamiento a albergar a 220. La meta del 2020 es poder garantizarles alimentación a por lo menos 300 menores”, resaltó. monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, obispo de la Diócesis de Cúcuta.

Precisamente para garantizar el funcionamiento y la continuidad del hogar, la diócesis este año volvió a acudir a la caridad de los cucuteños para darle un nuevo empujón a la Niña María. A través de la tradicional campaña de Comunicación Cristiana de Bienes, la iglesia católica instó a los feligreses a aportarle a esta causa con sus donativos.

Esto con el fin de poder tenderles la mano a nuevas familias que toquen a las puertas de la Niña María.

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