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Las guerreras de pañoletas de colores

Mónica Mojica libra una batalla contra el cáncer y al mismo tiempo apoya a sus compañeras de lucha.

Llenar de color y alegría la vida de las mujeres que se encuentran en tratamiento para combatir algún tipo de cáncer es uno de los motivos por los que día a día sonríe Mónica Raquel Mojica Cáceres, una mujer que se niega a que esta enfermedad llene de oscuridad a quienes luchan por vivir. 
 
Ella, que se reconoce como vanidosa, fue diagnosticada con cáncer de mama el 2 de octubre de 2016 y cuando entró a la sala en la que recibió su primera quimioterapia tuvo que llenarse de fuerza para enfrentar su primer batalla: el cambio de apariencia que vendría con el tratamiento.

“Llegué a hablar, a preguntar y después de escuchar historias pensaba en cómo me iba a ver, si a mí también me dejaría mi esposo y se me presentarían problemas económicos”, asegura Mónica, quien al verse rodeada de toda su familia, pendiente todo el tiempo, no podía concebir que los demás pacientes no tuvieran ese apoyo. 

Por esa razón, desde ese momento, empezó a vincular a sus compañeras de tratamiento a una especie de grupo de ayuda que en enero de este año se convirtió oficialmente en la Fundación Pañoletas de Colores. 

Sin el apoyo de ninguna entidad pública o privada y sin trabajo, porque tres meses después de entrarse del cáncer no le fue renovado su contrato como recepcionista, decidió tocar puertas para capacitar a sus “guerreritas”, como les llama, y mantenerlas activas y alejadas de cualquier pensamiento negativo que dañara su autoestima. 

Ha llevado alimentación a las salas de quimioterapia y con capacitaciones en bisutería, manualidades y belleza está logrando dibujar sonrisas en las mujeres que como ella libran una batalla contra el cáncer. 

En el camino a cumplir un sueño

La búsqueda de recursos para desarrollar más actividades que beneficien a estas mujeres llevó a Mónica a contactar a la actriz Lorena Meritano, para dar una conferencia testimonial en Cúcuta. 

“Ella pasó por lo mismo que nosotras y se convirtió en un referente del tema”, precisa Mónica, quien tiene puestas sus esperanzas en la venta de boletas para el evento que se realizará este 28 de abril en el teatro Zulima. 

“Esperamos venderlas todas, para hacer realidad más proyectos”, dice con una expresión de alegría que le provoca el imaginar a sus guerreras en un taller satélite de confecciones y en un punto de venta que cuente con accesorios para quienes padecen cáncer.

Ese es su sueño: seguir ayudando a las mujeres a lucir sus pañoletas o pelucas, a tener un maquillaje oncológico que les permita seguir viéndose hermosas y antes que nada a nunca decaer. 

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Miércoles, 18 de Abril de 2018
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