En Colombia, el 21 de septiembre los diferentes sindicatos, colectivos y organizaciones de derechos humanos fueron convocados a un paro nacional. El objetivo de estas manifestaciones era mostrar su rechazo a varios decretos y a la indiferencia del Gobierno Nacional frente a la ola de masacres en el país.
En Cúcuta, también se llevaron a cabo protestas que transcurrieron de forma pacífica. Una de ellas fue protagonizada por docentes que hacen parte de la Asociación de Institutores de Norte de Santander (Asinort), miembros de la Central Unitaria de Trabajadores Cúcuta (CUT) y del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) de Norte de Santander.
Esta movilización se hizo en forma de caravana, con autos, motocicletas y otros medios de transporte. Fueron alrededor de 200 vehículos que se movilizaron desde el colegio INEM y llegaron hasta el parque Colón donde finalizó.
Es importante mencionar que estas movilizaciones se dan acatando las orientaciones del Comando Nacional de Paro, que es integrado por la CUT, la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), confederaciones de pensionados y la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), en donde los capítulos de Norte de Santander asumen su responsabilidad para manifestarse pacíficamente.
Luis Fernando Rincón, presidente encargado de la CUT Norte de Santander, dijo que “son muchos los motivos que llevan a protestar, entre ellos, ese Decreto tan nefasto, el 1174 que fue aprobado por el Gobierno Nacional en donde se estipula un trabajo por horas. La reforma pensional, entre otras políticas neoliberales de Iván Duque”.
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Mencionó que dentro de las motivaciones de la marcha además del desacuerdo con el decreto 1174, señala que también está el rechazo al préstamo millonario que hizo el gobierno nacional a Avianca, pues precisa que las empresas colombianas necesitan ese recurso que se les está negando por parte de la nación.
En la región se les hizo un pedido a los gobiernos nacional y regional para que se apersonen de las consecuencias que ha traído la pandemia y las fallas en el sistema educativo que se han hecho evidentes a raíz de la crisis sanitaria, como son las fallas en la infraestructura educativa.
También se rechazaron los episodios de abuso y brutalidad en los procedimientos por parte de la Policía, como fue la muerte de 13 persona en las calles de Bogota, en la protesta del 9 de septiembre, al igual que se hizo un llamado al respeto a la vida de los jóvenes, de los líderes sociales y campesinos que han sido masacrados en los últimas semanas.
Las familias de reclusos de la Cárcel Modelo también salieron a manifestarse. / Foto: Juan Pablo Cohen
Los jóvenes también marcharon
A esta última causa, se unieron varios jóvenes que hacen parte de colectivos de las universidades Cúcuta, además de organizaciones defensoras de los derechos humanos. Esta segunda manifestación tuvo lugar en las horas de la tarde, cuan la Plaza de Banderas fue el punto de partida y el parque Telecom el de llegada.
Alrededor de 100 jóvenes equipados con pancartas, arengas y tambores, alzaron su voz como forma de rechazo a los actos violentos que vive Norte de Santander, con ocho masacres este año.
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A esta manifestación también se sumaron los familiares de los reclusos de la cárcel modelo de Cúcuta, quienes mostraron su inconformismo ante el tratamiento que el gobierno local le ha dado a los contagiados por la COVID-19 en el centro penitenciario.
A diferencia de la protesta que se desarrolló en horas de la mañana con los sindicatos en donde hubo presencia de la Policía Nacional, los jóvenes tuvieron el acompañamiento de funcionarios de la Defensoría del Pueblo quienes velaron el derecho de los universitarios a protestar, pero también de que la manifestación sucediera de forma pacífica.
En la caravana de protesta de los sindicatos hubo presencia de la Policía./ Foto: Alfredo Estévez
Redacción
Sara Barrera
sara.barrera@laopinion.com.co
