Recibieron gratis el documento, gracias al convenio entre la Unidad de Víctimas y el Ejército Nacional.
José Cuéllar tenía 6 años cuando su familia salió desplazada de Puerto Santander. A partir de ese hecho se radicó en Cúcuta y desde que se hizo adulto trabaja informalmente para ayudar a su familia. Intentó vincularse a Cerámica Italia, una empresa que le daría todas las garantías laborales, pero perdió la oportunidad por no tener libreta militar.
Ese panorama cambió hoy para él y otros 198 jóvenes que recibieron gratis el documento, gracias al convenio entre la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas y el Ejército Nacional.
“Ahora, tengo 24 años, trabajo pero gano menos del mínimo y así es difícil sostener a mi familia, quiero entrar a una gran empresa y la falta de la libreta no me lo ha permitido, porque todas las empresas la piden a la hora de contratarlo a uno”, manifestó Cuéllar.
Algo similar piensa Fabio Sánchez, quien a los 30 años aspira a vincularse a Ecopetrol, lo ha intentado en el pasado, pero sin libreta las puertas no se han abierto.
Alrededor del 80 por ciento de los beneficiados en esta jornada son menores de 30 años y recuerdan poco del hecho que sacó a sus padres de veredas y cascos urbanos de Tibú, La Gabarra, Puerto Santander, Sardinata, entre otros municipios.