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'Los Variantes' se desempolvan al son de cuerdas y coplas

El secuestro de su hermano por la guerrilla llevó a Ceferino Contreras a usar la trova para presionar su liberación.

Las coplas siempre han marcado la vida de Ceferino Contreras, 66 años. Las conoció en su niñez y en la entonó en los cafetales de Arboledas mientras sus padres recolectaban café y le sacaban un verso a todo lo que se moviera.

Años más tarde, estas mismas coplas sirvieron según Contreras para que su hermano, que había sido secuestrado por la guerrilla en Campo Dos, recobrara la libertad; de ahí la pasión que le profesa.

“Nosotros empezamos a llamar al programa Una ventana al cielo pidiendo la liberación de mi hermano por medio de coplas. Mi mamá entonces tenía 83 años y también se echaba sus coplas al aire. Eso sirvió para presionar por la liberación de mi hermano que era policía”, dijo sonriente Contreras

La costumbre de trovar desde el otro lado del teléfono le quedó gustando y empezó a ser conocido en las emisoras campesinas por su destreza para componer e improvisar bajo el seudónimo de ‘El comején’.

En ese mundo de trovas conoció a Pedro Simón Mariño ‘El as resabiado’, otro talentoso coplero que hacía reír a los oyentes con sus composiciones. Ambos eran la sensación coplera en El amanecer campesino, El cantaril y Arroyito Campesino, entre otros programas matutinos.

Casi 30 años después, Contreras y Mariño se volvieron a encontrar en escena para evocar sus épocas de copleros y conformar un grupo de cuerdas, aprovechando que ambos son apasionados por la música y la composición. Gracias a un empujón que recibieron en la Corporación Despertar por el Arte y la Cultura de Villa del Rosario, empezaron a buscar nuevos talentos para fortalecer su iniciativa musical.

Fue cuando agregaron al grupo a Víctor Manuel Sierra Pantaleón y Miguel Antonio Castellanos, 72 años, dos campesinos de Villa del Rosario aficionados a las rancheras, la carranga y la música de la región, dándole vida al grupo Los Variantes por tener la cualidad de tocar e interpretar cualquier género.

Sierra es el hombre detrás de las maracas, aunque también maneja el cuatro y la guitarra, y encontró en este grupo musical una puerta para salir de nuevo a la vida y no dejarse vencer por los años.

“Este grupo me ha permitido seguir activo sino estuviera fregado”, confiesa en medio de risas Castellanos, quién ya completó 40 años entre cuerdas y canciones, “Siempre me ha gustado la recocha”.

Volver a ser parte de un grupo musical le devolvió la jovialidad. Dice que no tocaba desde hace unos cuatro años, cuando el último integrante de su antiguo grupo falleció.

Luis Elí Ayala, 66 años, fue otro de los convocados y terminó convirtiéndose en el director del grupo y en el hombre detrás del requinto y la guitarra.

Ayala asegura con franqueza que gracias al grupo conoció nuevos amigos y dejó de internarse en su casa. Cada semana el grupo se reúne para ensayar para sus presentaciones, echar una que otra trova y recordar sus mejores épocas.

Los Variantes describen esta nueva experiencia musical como una oportunidad para volver a sentirse útiles e importantes, dejando a un lado sus achaques y armando la parranda donde se paren, pues aunque entre todos completan 338 años de aventuras y experiencias musicales, tienen batería para rato.

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Martes, 14 de Junio de 2016
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