¡Queridos niños!

Gracias por escribirme. Me dio mucha alegría leer la carta que con tanto cariño me enviaron. Desde que estaba en campaña para la Alcaldía, dije que la educación iba a ser un eslabón muy importante dentro de mi plan de gobierno y, una vez gané y me convertí en el alcalde de Cúcuta, no he hecho otra cosa más que apoyar los procesos educativos que, en las más profundas dificultades derivadas de la pandemia, hemos tenido que afrontar en la ciudad.

Sé de los esfuerzos que en el Instituto Técnico de Guaimaral hacen por ofrecer educación de calidad a los niños que, como Sebastián y José Luis, viven con alguna discapacidad.

Agradezco inmensamente a la rectora Gloria Valencia y a todos los profesores que día a día entregan lo mejor de sí para lograr que Sebastián y José Luis puedan recibir educación con sus demás compañeros, en un ambiente en el que prima la igualdad de derechos en medio de la diversidad.

Leí con detenimiento las solicitudes que me hicieron y con las Secretarías de Educación e Infraestructura analizaremos las posibilidades reales de adelantar los requerimientos que me hacen.

Las necesidades educativas en la ciudad son muy grandes, y no solo aquí en la zona urbana, sino especialmente en la zona rural donde los niños no tienen las condiciones necesarias para acceder a sus clases a través de la virtualidad.

Ello, sin embargo, no me impide hacer todos los esfuerzos que estén a mi alcance para cumplirles las peticiones que me han hecho. Espero muy pronto poder visitarlos y llevarles muy buenas noticias.

Hasta entonces, les pido que por favor sigan asistiendo muy juiciosos a sus clases, respetando a sus profesores, compañeros y padres. Ustedes, niños, son los llamados a hacer de Cúcuta una ciudad más incluyente, próspera y llena de oportunidades para todos. Oren por mí, que ustedes están en mis oraciones todos los días.

Con profundo amor y admiración,

Jairo Tomás Yáñez Rodríguez, Alcalde de San José de Cúcuta.

Apreciado Matías:

Recibir mensajes como el tuyo es como recibir una inyección de optimismo.

Me complace saber de jóvenes colombianos como tú, que quieren formarse profesionalmente en nuestro país, que llevan en el corazón ese orgullo y amor por su tierra, y son conscientes de que tienen en sus manos aportar al progreso del país desde diferentes áreas y sectores.

Comparto contigo la idea de esa Colombia resiliente y fuerte, que no se deja vencer por las dificultades y que, por el contrario, sabe convertirlas en oportunidades. De esa Colombia que deja perplejos a propios y a extranjeros por su riqueza natural y belleza inigualable.

Desde que nuestros compatriotas me dieron la oportunidad de ser su presidente, me he dedicado a sembrar las bases de un país donde todos podamos cumplir nuestros sueños y alcancemos la felicidad colectiva.

En ese propósito, los niños y los jóvenes han ocupado un lugar especial porque ustedes, que no son el futuro, sino el presente, deben tener todas las garantías para desarrollarse a plenitud.

Por eso, al corazón me llegan algunos resultados de esas decisiones que, como bien dices, debo tomar a diario.

Hoy, por ejemplo, más de 168 mil jóvenes están estudiando de manera gratuita en las mejores universidades gracias al programa Generación E, y otros 276 mil se han graduado con un título de bachiller en una mano y de técnico en la otra, por medio de nuestro programa de doble titulación.

Cada vez que conozco a jóvenes como tú siento más esperanza en lo que ha de ser nuestro país, aún en medio de desafíos como el que tenemos en la actualidad por la pandemia, porque ustedes tienen mentes curiosas, creativas y viven motivados por los mejores deseos.

A ti, apreciado Matías, y a todos tus compañeros del Colegio Calasanz Cúcuta, los invito a que sigan estudiando, creyendo en su país y andando por el camino del bien, mientras desde el Gobierno continuamos haciendo lo necesario para garantizarles un mundo lleno de oportunidades.

Con admiración y afecto,

Iván Duque Márquez,

Presidente de la República.

Apreciada Karla,

Con relación a su pregunta aclaramos que la salud es un asunto liderado directamente por el Ministerio de la Salud y la Protección Social de la Presidencia de la República.

Sin embargo, como ente territorial venimos haciendo importantes esfuerzos por mejorar la prestación de los servicios en salud para preservar la vida de los nortesantandereanos, sobretodo en estos tiempos de pandemia.    

Como ente gubernamental, hemos gerenciado una pandemia, algo que se salía de la esfera de lo previsible a corto plazo, y no solo con miras a superar la enfermedad, estamos reorganizando la estructura física y operativa, para hacerle frente a un departamento multicrisis, pues aunado a la pandemia se atienden diversos fenómenos.

En un año y tres meses hemos ampliado las camas de UCI pasando de 128 a 467, para poderle brindar a los nortesantandereanos mejores condiciones de atención, con lo que hemos logrado salvar vidas y que estas familias puedan continuar sus sueños y proyectos.

También hemos fortalecido la red pública a través de la inyección de recursos del orden departamental a través del IDS. Compramos cinco ambulancias para que todos los niños, niñas, jóvenes y adultos mayores de nuestra región puedan ser transportados a tiempo, salvaguardando su vida e integridad.

De igual manera, fortalecimos el Laboratorio de Salud Pública con la creación de dos nuevos laboratorios en las universidades de la región y mejoramos el del Instituto Departamental de Salud (IDS),  siendo el segundo mejor dotado del país.

Ampliamos la red hospitalaria en Cúcuta, Ocaña y Pamplona en 2020 y hace algunos días inauguramos el nuevo Hospital San Vicente de Paul, en Gramalote, obra que favorecerá con servicios a 6 municipios del occidente del departamento. En este centro asistencial se prestarán servicios en imagenología, rayos X, medicina general, urgencias, entre otros.

En nuestra gestión desembolsamos $21.820 millones que ingresaron al presupuesto del IDS en 2020 y lo que va del 2021, debido a la desfinanciación de las rentas por las restricciones generadas el año anterior.

En nuestro Plan Territorial de Salud ‘Más Oportunidades para la Salud’, como anexo técnico al Plan de Desarrollo del Departamento, se pretende dar cobertura a 19 municipios con proyectos de infraestructura y dotación para hospitales y centros de salud, de los cuales estamos apoyando inversiones como en el hospital de Arboledas, El Zulia, Cucutilla y Chinácota, para dar continuidad a las obras ya iniciadas.

Hablando de equidad, hay municipios que nunca han tenido mejoramiento y construcción de nuevos hospitales, ¡y llegaremos! Estaremos con inversión en Villacaro, Herrán, Chitagá y La Esperanza.

Todo lo anterior, sin contar con que para la atención de la emergencia sanitaria por COVID-19 hemos destinado más de $14 mil millones de recursos directos del departamento.

Hemos brindado asesoría técnica a las ESE para la formulación e inscripción de proyectos en el Plan Bienal del Ministerio de Salud y Protección Social y así poder jalonar recursos del orden nacional.

Pero no solo con obras se puede evaluar nuestra gestión, junto a nuestro equipo de trabajo, funcionarios y contratistas, consideramos que la educación en temas de salud debe dar resultados, por eso atendimos las dimensiones en materia de ‘Salud ambiental’, ‘Vida saludable y condiciones no transmisibles’, ‘Convivencia social y salud mental’.

También, ‘Seguridad alimentaria y nutricional’, ‘Sexualidad y derechos sexuales y reproductivos’, ‘Vida saludable y enfermedades transmisibles’ y ‘Salud Pública y en Emergencias y Desastres’, todo esto con apoyo de nuestra red pública, mediante talleres virtuales y actividades presenciales, cuidando el distanciamiento social.

Por último, con la colaboración de diferentes actores, entre ellos, el Gobierno Nacional,  los gobiernos locales y los organismos de cooperación internacional, avanzamos en la atención transversal y diferencial a poblaciones vulnerables.

Entre ellos, niñas, niños y adolescentes, los adultos mayores, poblaciones étnicas, con discapacidad, migrantes y víctimas del conflicto armado, en diferentes escenarios en los que se atendieron a comunidades en condiciones de desamparo, hambre y pobreza, buscando no solo atender la inmediatez sino tratando de dar estabilidad para que se den las condiciones de emprendimiento que necesitan miles de familias.

Ahora bien, antes de finalizar, quisiera subrayar que la responsabilidad en términos de salud nos compete, no solo a todos los actores de gobierno, o a quienes tienen entre sus fines servir a estas obligaciones, sino que el compromiso nos corresponde a todos como sociedad, cuidándonos unos a otros, protegiendo nuestra salud con hábitos de vida saludable y comiendo sano.

Para el caso del coronavirus, lavar nuestras manos, mínimo 8 veces al día, usando alcohol o gel antibacterial, emplear bien el tapabocas, mantener el distanciamiento social, situaciones que vemos que algunas personas no quieren cumplir y que nos causan muertes. Pienso que, en resumen, podemos decir que para mejorar nuestra salud el compromiso debe provenir de todos.

Siempre a su servicio, atentamente,

Silvano Serrano Guerrero,

Gobernador de Norte de Santander.