La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Cúcuta
Mujeres víctimas son un ejemplo en el barrio Antonia Santos
Integrantes de la Asociación de Mujeres de Valor batallaron para sacar adelante su incipiente idea de negocio.
Image
La opinión
La Opinión
Martes, 7 de Marzo de 2017

Tener una historia en común marcada por la guerra permitió que 37 mujeres de Antonia Santos se le midieran a formar su propia microempresa.

Aunque empezaron sin ayuda estatal, las integrantes de la Asociación de Mujeres de Valor (Asomuval) batallaron para sacar adelante su incipiente idea de negocio.

Encontraron en la elaboración de productos de aseo personal y limpieza en el hogar, la mejor forma de mejorar sus ingresos.

La casa de Eusebia Rodríguez, presidenta de la asociación, se convirtió en la fábrica artesanal.

Haciendo uso de canecas y todo tipo de vasijas alistan los químicos para elaborar jabones de baño, cloro, limpia pisos, jabón para lavar loza, entre otros productos.

Después de tocar varias puertas, y tras reunir a punta de venta de comidas los primeros recursos para darle un empujón a su microempresa, decidieron presentarle su proyecto productivo a la gobernación y recibieron insumos y capacitaciones.

Rodríguez, quien llegó hace 15 años a Cúcuta, desplazada del corregimiento Las Mercedes (Sardinata), asegura que aunque ya han empezado a comercializar las primeras tandas de sus productos, necesitan un nuevo empujón para poder fabricar las etiquetas de sus productos y para comprar más envases.

Las mujeres son las encargadas de vender los productos. Empezaron ofreciéndoles a amigos y vecinos y terminaron vendiendo puerta a puerta en las calles de las comunas 7 y 8.

“Hace un par de días nos salió un pedido grande para un corregimiento cerca de Tibú pero como no teníamos etiqueta no pudimos cerrar  el negocio”, explicó Rodríguez.

Para lograr darle una identidad a su línea productiva, organizaron un paseo para  Durania para recolectar fondos.

Aspiran a poder comercializar en pocos sus días sus productos bajo el nombre de Coophogares, sus ganas de salir adelante y su dedicación son su carta de presentación.

En una tarde, en el patio de la casa de Rodríguez, las mujeres fabrican hasta 80 litros, el producto que más demanda tiene, y lo venden a  3 mil pesos el litro.

“Nosotras estamos convencidas de que la unión hace la fuerza y no nos damos por vencidas”, agregó la presidenta. 

Rodríguez invitó a las demás mujeres víctimas residentes en el departamento a asociarse, pues según ella la asociatividad no solo les ayuda a surgir económicamente sino a sanar las heridas sufridas.

Temas del Día