El impacto que causó en Cúcuta el virus del zika en las mamás embarazadas fue, de principio a fin, una pesadilla para ellas y un misterio para la ciencia médica.

En 2016 cuando irrumpió la enfermedad, la comunidad científica no estaba preparada para enfrentar el impredecible virus transmitido por el mosquito Aedes Aegypti.

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Eso actuó en desventaja a la hora de controlar la epidemia que, en Cúcuta, afectó a unas seis mil embarazadas, de las 20.000 que atacó en el país.

Pero mucho peor que esto fue su impacto, las secuelas que habría de dejar en los nuevos recién nacidos cucuteños, muchos de ellos con malformaciones congénitas.

De todo esto trató la ponencia del médico cucuteño gineco-obstetra perinatólogo de la Universidad Nacional de Colombia, Pablo Alberto Galvis Centurión, quien junto a otro médico brasileño asistió por Latinoamérica al Congreso Mundial de Embriología, llevado a cabo en Dubái (Emiratos Árabes).

Al evento llegaron expertos de todo el mundo a dar a conocer sus experiencias en la rama de la embriología. Aunque no es bilingüe, Galvis se las arregló para presentar su ponencia en inglés ante el selecto público de la medicina.

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De la misteriosa enfermedad, les contó a sus colegas del mundo la experiencia con las mamás embarazadas que contrajeron el virus en plena gestación. Y aunque el zika no llegó a todo el mundo, la epidemia sí atacó con crueldad a Cúcuta, donde se conoció la mayoría de casos en el país,  incluso con bebés a los que afectó con la microcefalia.

(Pablo Alberto Galvis (sentado, primero de izquierda a derecha), representó a Latinoamérica en el Congreso Mundial de embriología que se llevó a cabo en Dubái, Emiratos Árabes.)

Reveló casos hasta ahora desconocidos por la opinión pública, como que en 2016 se trataron a cerca de 200 mamás, de las 6.000 que contrajeron el zika, con problemas en la ecografía, de las cuales 13 fueron confirmadas con infección de sus bebés con el virus. Ellos nacieron con malformaciones, eso fue lo que arrojaron los estudios, con líquido amniótico, y que confirmó que el virus estaba ahí y que confirmó que 11 de los recién nacidos tuvieron microcefalia, relató Galvis.

La estadística de Cúcuta a nivel mundial fue muy llamativa, porque en Brasil se conocieron de 600 casos de mamás embarazadas con el virus, mientras aquí en la capital nortesantandereana se lograron confirmar 11 casos, quizás se pasaron algunos, porque algunas mamás interrumpieron el embarazo, dijo Galvis.

Lo sucedido con el zika en esta población fue lo mismo que ocurrió con el chikungunya, que no se tenía conocimiento del virus ni de sus tratamiento, de ahí que no a todas las mamás embarazadas que contrajeron la enfermedad se alcanzaron a valorar, no sabíamos qué bebés venían con malformaciones, solo en 11 se pudo confirmar, precisó el experto perinatólogo.

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Qué ha pasado con los bebés

Galvis señaló que el hospital Universitario Erasmo Meoz y la unidad de pediatría han mantenido seguimiento de estos bebés que nacieron con malformaciones. A ellos se les hacen pruebas auditivas y oculares, muchos siguen en terapia porque nacieron con microcefalia y déficit cognitivo.

También muchos de estos bebés presentan problemas en su desarrollo neurológico.

Lo positivo que dejó la epidemia de zika para Cúcuta y el mundo es el conocimiento que ahora sí se tiene del virus y de su tratamiento. No hay una cura  preestablecida, es circunstancial, describió Galvis.

Dijo que la única manera de salirle al paso al virus es con promoción y prevención, evitar que la enfermedad se transmita, por ello es clave eliminar criaderos y tener autocontrol, dijo el experto.

Para fortuna del mundo, la epidemia pasó, pero no sabemos cuándo pueda volver a aparecer. Ya tenemos guías, qué se debe hacer y encontrar para el seguimiento de los enfermos, y algo que también se tiene es que está planteado la interrupción del embarazo si se confirma que la embarazada tiene el virus.

Para la comunidad científica esta enfermedad  fue nueva, y muchos bebés y mamitas aportaron sus problemas para que los demás la conociéramos, dijo. 

Una recomendación que dio Galvis a las mamás embarazadas es acudir a los controles prenatales juiciosamente. Si aparece algún síntoma de cuadro febril, alteración tipo gripal o cefalea, hay que ir al médico de inmediato para que se establezca de qué tipo de infección se trata.