Cúcuta y Bucaramanga son probablemente las dos ciudades capitales con menor tasa de COVID-19 en el país. Así lo precisó ayer a su retorno a Bogotá el ministro de Salud, Fernando Ruiz, quien permanecio en Cúcuta durante dos días para evaluar con las autoridades las incidencias de la pandemia del coronavirus y el impacto que se está presentando en la población migrante que retona voluntariamente a su país por esta frontera.
 
La frontera presenta distintos retos, dijo el ministro, quien consciente de que el oriente colombiano mantiene cifras favorecedoras, expresó que “no podemos llenarnos de falsos optimismos, ya que el Gobierno aprende en la medida de que la pandemia muestra su virulencia”.   Según el ministro, aunque el virus mantiene una tasa de contagio de 1,2% en el país, lo cual es bajo, desde que la pandemia siga en el territorio y pueda contagiar no podemos darnos el lujo de bajar la guardia. “Todavía tenemos una situación en que pueden aumentar los contagios”, expresó Ruiz.
 
Para el gobernador Silvano Serrano es importante que se mantenga el corredor humanitario en la frontera para evitar aglomeraciones; mantener la atención a la comunidad vulnerable y que se revise lo que acontece con la red pública prestadora de servicios públicos, es decir las ESE departamentales, en especial el Hospital Universitario Erasmo Meoz (HUEM), institución que recibe la mayor población de pacientes y atiende a un importante volumen de migrantes.