Generar una primera fase para la construcción de viviendas de emergencia es la meta que espera concretar la organización Techo en asentamientos del área metropolitana de Cúcuta, que se encuentra desarrollando algunos acercamientos con organizaciones de base, instituciones públicas, oenegés, en alianza con la Red Internacional de Transformación y Apoyo (Rita).
Según Lina Ontibón, directora social de Techo, fue precisamente el enlace con Rita, agrupación de jóvenes cucuteños que busca mejorar la ciudad, el que trajo a la oenegé por primera vez a territorio nortesantandereano, con el fin de generar proyectos de impacto que favorezcan a las poblaciones más necesitadas.
La semana anterior, delegados de Techo visitaron algunos asentamientos de Cúcuta, conocieron parte de la situación fronteriza y confirmaron las necesidades que persisten en el territorio, particularmente en los asentamientos, en los que se buscará cumplir la misión de Techo: trabajar por la superación de la pobreza, a través del desarrollo comunitario y programas de hábitat y habitabilidad.
De acuerdo con Ontibón, inicialmente se realizará un diagnóstico, a partir del cual se desarrollen los proyectos que incluyen la construcción de módulos de emergencia que pueden ser de dos tipos: 18 y 36 metros cuadrados, constituidos como viviendas de emergencia.
Así, según la directora, la familia deja de vivir en suelo de tierra, lo cual mejora y dignifica su calidad de vida.
“Buscamos aportar desde las viviendas y lograr la continuidad del trabajo en el mediano y largo plazo”, explica, pues el objetivo es que tras la intervención se consolide un trabajo de largo aliento que fortalezca a las organizaciones locales para dejar capacidad instalada en un territorio altamente vulnerable, cuyas condiciones se dificultan con la migración.
“La emergencia que se vive con el tema migratorio, lo que hace es visibilizar las situaciones en las que se desarrolla un asentamiento humano: imposibilidad de acceso a servicios públicos de manera constante, inseguridad jurídica, materiales de regular calidad”, señala Ontibón. “Siempre, las emergencias nos hacen notar cómo viven los asentamientos”.
Pese a ello, el objetivo no es solamente beneficiar a población migrante sino a todos los habitantes de los asentamientos, que incluyen víctimas y victimarios, desplazados, entre otros, que podrían ser beneficiarios de Techo.
Para la primera fase de la iniciativa, se busca garantizar 20 viviendas de emergencia y movilizar, al menos, unos 250 voluntarios locales y de otras ciudades, que no solo se encargan de la construcción sino del fortalecimiento y la integración comunitaria.
Por ahora, se busca avanzar en la cofinanciación a la que aún se pueden sumar sectores privados, interesados en mejorar la calidad de vida de los más necesitados.
