Las problemática que vienen atravesando los vecinos del barrio San José por la caída de un muro del Cementerio Central de Cúcuta cumplió más de año y medio sin recibir solución, mientras que las filtraciones ocasionadas por las lluvias caídas semanas atrás y debilitaron todavía más una pared que amenaza con venirse abajo y afectar varias viviendas.
La denuncia la hizo pública Yesid Blanco, personero municipal, quien de la mano de la comunidad ha elevado a instancias judiciales la necesidad de tomar medidas urgentes para resolver la situación porque, asegura, quedaron esparcidos restos óseos que ponen en riesgo la salud de los habitantes del lugar.
Blanco recordó desde que se presentó aquella emergencia, el Ministerio Público inició acciones jurídicas para amparar los derechos de las personas que se vieron afectadas, como derechos de petición y acciones de tutela pero estas últimas fueron declaradas improcedentes.
“Hace ya más de un año se cayó ese muro del encerramiento del cementerio y cuando eso ocurrió muchas bóvedas se vinieron al piso dejando expuestos restos óseos. La situación ahora es que hay una pared que amenaza con venirse abajo sobre unas viviendas y si eso ocurre se van a venir sobre ellos los restos de las personas que están ahí enterradas”, describió el personero.
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Una de las casas que está en mayor riesgo es la Josefina Montañez. La pared que está por caer sobre su vivienda está sostenida por unos palos que puso a manera de soporte el propietario del predio vecino que según la administración municipal fue el responsable de la caída del muro.
De acuerdo al testimonio de los vecinos, unos trabajadores de esa construcción privada estaban haciendo excavaciones cuando la pared colapsó y se vino abajo. Sin embargo, nadie se ha hecho responsable de su reparación.
En su momento, la administración del cementerio se vio en la obligación de exhumar los restos esqueléticos y depositarlos en bolsas, pero los habitantes denunciaron que cuando ocurren los aguaceros todo se inunda y los huesos son arrastraron por el agua hacia la parte trasera de las viviendas donde hay niños y adultos mayores que están expuestos a sufrir complicaciones de salud.
Los huesos se exponen
Josefina Montañez, asegura que la parte de la pared que quedó en pie está por venirse abajo y cada día crece el temor por lo que pueda presentarse. “Eso es impresionante cuando llueve porque el agua se me viene, esto se inunda y se me pasa por toda la sala, el comedor hasta salir a la calle y esto se llena de huesos que vienen de allá del camposanto”, relató.
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Una de las medidas que han tomado para protegerse ha sido dejar crecer la vegetación para que sirva de soporte y ponerle ‘remiendos’ con cemento en las bases cuando les sobra de alguna reparación.
Aseguran que cuando los sepultureros hacen sus trabajos y excavaciones, con la vibración, los ladrillos del cementerio se van desplomando a pedazos y pegan contra las casas. “Necesitamos que hagan algo para levantar ese muro porque esa pared ya está en el aire”, declaró.
Florinda Afanador, dueña de otra casa continua a la pared afectada dijo que en ese lado hay unas 19 viviendas en riesgo, pero nadie se hace responsable.
Dos meses antes de que se cayera la pared presentaron un derecho de petición a la administración del Cementerio de Cúcuta para exponer la situación de filtraciones y las inundaciones que se estaban generando pero solo les respondieron que la solución era pintar con carburo y colocar una línea de ladrillos.
Es importante recordar que la Sección de Ausencia de Reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) dictó medidas cautelares sobre el Cementerio Central de Cúcuta, debido al riesgo en el que se encuentran cuerpos de personas no identificadas que podrían ser víctimas de desaparición forzada en el marco del conflicto armado.
Los magistrados hicieron consideraciones como el incumplimiento en la entrega de un Plan de Adecuación para el manejo de los restos que son de interés de la JEP y la Unidad de Búsqueda, sobre todo a partir de la caída del muro del camposanto.
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