La alteración del orden público que ha generado la erradicación de cultivos ilícitos en Sardinata, y que fue expuesta en el consejo extraordinario de seguridad que lideró el gobernador Silvano Serrano el fin de semana, motivó al mandatario departamental a proponer la construcción de un modelo propio para la sustitución de estos cultivos, en el que se reconozcan las particularidades de cada uno de los municipios de Norte de Santander y de esta manera mitigar el impacto que se ha generado.
“Debemos entender que nuestro departamento es un territorio multicrisis y hay que concertar con la comunidad, oírla y conocer las alternativas que puedan surgir dentro de ese diálogo social”, explicó el mandatario regional durante la reunión.
Este modelo, que tendría el apoyo de organismos de cooperación internacional, involucraría a la comunidad de los municipios que han manifestado su intención de dejar atrás esta práctica ilegal y, para ello, se contempla un fortalecimiento social, donde exista un componente productivo, económico y de inversión para la zona.
“Si logramos que lleguen estas acciones, la misma comunidad va a entender que hay otro camino de generar ingresos para sus familias y estaremos a un paso de disminuir las hectáreas cultivadas con coca en Norte de Santander,” destacó el gobernador.
Explicó también que para la estructuración del Plan Piloto también invitará a las universidades, a la Procuraduría Regional y Defensoría del Pueblo. Además, su fase inicial tendría como epicentro Sardinata, donde actualmente se lleva la erradicación de cultivos y ha generado que los grupos armados organizados amenacen a la comunidad y fuerza pública.
“Ya le hemos manifestado de nuestra intención al Gobierno Nacional a través del alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, y de Estabilización, Emilio Archila, porque sabemos que hay que concertar entre todos estas acciones”, puntualizó Serrano.
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Frente a la financiación de esta iniciativa, el mandatario regional expresó que tiene toda la disposición de hacer importantes inversiones para darle una oportunidad real de cambio a la zona del Catatumbo.
Temores
La propuesta empezará su construcción a partir de esta semana con el apoyo de instituciones de cooperación internacional.
Y es que a la crisis que se vive en la región del Catatumbo por cuenta del coronavirus y sus múltiples efectos, se le suma un ingrediente adicional que tiene las alertas encendidas, por los riesgos que esto a su vez puede implicar para la salud de los campesinos: la continuidad de las erradicaciones de cultivos ilícitos.
La Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat) ha hecho pedidos para que cesen los operativos sin embargo estos continúan en medio de una tensión que ha conllevado a que persistan las protestas masivas en la zona.
