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Cúcuta
Reciclaje se abre paso hacia la formalización
Se estima que de la actividad viven hoy en Cúcuta unas dos mil familias. .
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Jueves, 10 de Septiembre de 2020

El impacto que ha dejado la contaminación en todas sus expresiones ha llevado a que muchos cucuteños consideren el oficio de reciclar como una alternativa sostenible y rentable. Este sector ha empezado a formalizarse y a establecer metas a mediano y a largo plazo, apuntándole a ser un gremio innovador y resiliente.

Aunque el primer semestre fue un periodo de transición para todos los renglones de la economía local y nacional, el reciclaje tuvo la oportunidad de proyectarse como un actor fundamental en el proceso de la recuperación económica a la que se espera enfrentar el país en los próximos meses.

En Cúcuta, un grupo de asociaciones de reciclaje decidió apostarle a la formalización de sus empresas y ha materializado estos esfuerzos con la conformación de la Mesa Técnica de Aprovechamiento, iniciativa que ha sido la liderada desde el inicio por el Departamento Administrativo de Planeación Municipal (DAPM), a través de la subdirección de  Gestión y Supervisión de Servicios Públicos y Domiciliarios.

Para Luzmila Ortiz Rueda, representante legal de la Asociación de Recicladores Yariguies (Areya), el proceso de formalización ha sido lento pues demanda mucha constancia para cumplir con los requerimientos de la Dian y otras entidades.

Estar legalmente constituidos conduce a una cantidad de acciones y obligaciones fiscales, como son el pago del impuesto de Industria y Comercio, ser responsables con deberes como la Retención en la Fuente, entre otras exigencias que antes no se consideraban fundamentales para el oficio de reciclar.

Otro de los aspectos complejos en el proceso, según expone Ortiz Rueda, es el hecho de disponer de un espacio con las adecuaciones que requiere la formalización del oficio; pues muchas de las familias que trabajan en el reciclaje no cuentan con las herramientas y equipos necesarios y, además, no tienen bodegas propias y se han visto en la obligación de pagar un arrendamiento para poder cumplir con esta exigencia.

A su vez, Javier Oliveros, vocero de Asoreclimpia, sostiene que de las organizaciones formalizadas en la ciudad, tres de ellas tienen bastante adelantado su proceso ante la Superintendencia de Industria y Comercio. Según la base de datos de esta asociación, aproximadamente 800 recicladores forman parte de estas organizaciones.

Marcela Rodríguez Camacho, subdirectora de Gestión y Supervisión de Servicios Públicos y Domiciliarios, indica que el reciclaje ha sido un sector que ha requerido atención del Estado desde hace varios años, es por esto que surgió la iniciativa de establecer la Mesa de Aprovechamiento, un espacio ofrecido por la Alcaldía para que todos los recicladores de oficio y las asociaciones encuentren un canal de comunicación con la administración.

Uno de los resultados de este espacio será el censo, donde se establecerán todas las condiciones en las que se realiza la actividad del reciclaje en la ciudad, precisa Rodríguez Camacho.

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Tanto Javier Oliveros como Luzmila Ortiz, coinciden en que, más allá de los beneficios que les traerá a sus organizaciones la formalización de su oficio, dedicarse al reciclaje es aportar al cuidado del planeta.

Luzmila Ortiz, por su parte, rescata el sentido de pertenencia que se debe tener con el oficio de reciclar, y que este debe ser uno de los pilares para que todas las organizaciones crezcan en el proceso de formalización.

Un aporte para la golpeada economía local

 Desde la Mesa Técnica de Aprovechamiento la alcaldía y Planeación  buscan formalizar a los recicladores.

Según los cálculos de las organizaciones que apoyaron este informe, alrededor de 2.000 familias de la capital nortesantandereana dependen del reciclaje.

Hamilton Morales Torres, representante de la Asociación de Recicladores de Cúcuta y Área Metropolitana (Asorecu), indica que uno de los aspectos que le ha interesado de esta propuesta es que con el acompañamiento del Estado el oficio del reciclaje puede convertirse en una actividad económica formal. “Decidí ser parte de esta iniciativa para cumplir los requisitos de ley y adaptarnos a los beneficios del entorno”, apunta.

El censo

La Secretaría de Gobierno y el Departamento Administrativo de Planeación Municipal (DAMP) de la Alcaldía de Cúcuta son las dependencias encargadas de adelantar la actualización del censo de recicladores en Cúcuta, cuya caracterización busca tener en cuenta a todas las unidades económicas de este sector, e incluir estos datos en el Registro Único de Recicladores de Oficio (Ruro) para establecer las condiciones reales en las que se encuentra este sector.

De igual manera, GIZ se ha sumado a este proceso de caracterización, por medio del Programa de Empleos Verdes en la Economía Circular -Prevec- donde se apuesta a brindar toda la asesoría necesaria para lograr la formalización y capacitación sobre modelos negocios para mejorar las condiciones del gremio.

Los últimos datos suministrados por Planeación Municipal señalan que se han identificado cerca de 12 asociaciones de recicladores, en los cuales se generan entre 50 y 60 empleos directos e indirectos en cada una de ellas.

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Así mismo, en 2019 la administración municipal había establecido que 855 personas se dedicaban  al oficio de reciclaje, de las cuales 56 de ellas llevan hasta 25 años ejerciendo este oficio.

En este censo también se determinó que 180 mujeres hacen parte del sector, lo que representa un 21% del total de trabajadores reconocidos en la ciudad.

Aliados estratégicos

Sebastián Santa Moyano, consultor nacional del programa Prevec -Programa de Empleos Verdes en la Economía Circular- y representante de Gopa Infra (Consultora para GIZ), considera que uno de los factores positivos de este proceso es la unión con la que han venido adelantando los procesos con los integrantes del sector reciclaje, donde uno de los principales objetivos es formalizar a los recicladores en el marco del servicio público de aseo.

El programa Prevec se viene ejecutando en Cúcuta y Bogotá, donde en ambas ciudades se adelanta la fase de diagnóstico e identificación de actores. “Para trabajar en Cúcuta primero debemos tener un panorama clarísimo de cómo está la situación y, con base en esto, establecer las estrategias que permitan dar cumplimiento al logro de los objetivos planteados”.

Uno de los principales indicadores y propósitos de este programa es aumentar la tasa de reciclaje en Bogotá y Cúcuta entre un 10 y un 15 por ciento, respectivamente, y con base en eso se diseñarán diferentes estrategias. También se apuesta a formalizar un total de 1.500 recicladores, de estos, 600 son formalizados en Cúcuta y al menos el 30% tienen que ser mujeres. Así mismo, se busca generar cuatro modelos de negocio para el reciclaje de ciertos materiales en Bogotá y en Cúcuta.  

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