Cúcuta está en la capacidad de ejecutar cualquier iniciativa que genere desarrollo y que requiera utilizar una gran  cantidad de energía, así lo dio a conocer el gerente de Centrales Eléctricas de Norte de Santander (CENS), José Miguel González, en la presentación de la nueva línea de 115 mil voltios Belén - La Ínsula.

 

El gerente de CENS detalló que esta nueva infraestructura eléctrica permitirá reforzar la calidad y la confiabilidad del servicio de energía en Norte de Santander,  habilitando la entrada a nuevos proyectos que requieran este servicio e impulsando el desarrollo sostenible de la región.

 

El proyecto, que tuvo una inversión de $25.330 millones, garantiza la demanda de energía en los próximos 30 años y  consta de 82 nuevas torres con una extensión de 21, 37 kilómetros, con tecnología sostenible y amigable con el ambiente.

 

La nueva línea de 115 mil voltios, va desde la subestación Belén, pasa por los barrios Rudesindo Soto, María Gracia y por las veredas Los Peracos, Patillales, Campo Hermoso, Quebrada Seca, y San Isidro y Urimaco, (San Cayetano), y reemplaza a la antigua línea que cumplió 50 años de uso.

 

Esta nueva infraestructura suprimió además el riesgo eléctrico de cientos de habitantes de Rudesindo Soto, 28 de Febrero, Sevilla, autopista de Atalaya y Sevilla con la  desenergización de 13 torres que se encontraban dentro de igual número de viviendas.

 

González resaltó además que en la ejecución del proyecto se mitigó el impacto ambiental, al punto de que solo se talaron 52 árboles de los 771 que les habían aprobado intervenir según la licencia ambiental.

 

Inversión ambiental y social

 

A la par, el proyecto tuvo un enfoque ambiental y social.

 

Se destinaron $1.576 millones para la construcción de un vivero y  sendero ecológico en la subestación San Mateo como compensación ambiental. Se estima generar 30 mil plántulas anuales en el vivero.

 

Adicionalmente la empresa lideró un proyecto de huertas caseras con 40 familias de la comuna 9, y en alianza con Consornoc se realizaron talleres de fortalecimiento de liderazgos en la comunidad.

 

También se intervinieron el parque de Belén, con un cerramiento y embellecimiento, y se reubicaron a seis familias que residían  en las servidumbres de las torres.

 

La construcción y puesta en operación de la nueva línea se logró en 18 meses. Desde el pasado jueves ya está en funcionamiento.