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Retos mortales entre estudiantes toman fuerza en Cúcuta

Se hizo viral un video que mostraba a dos alumnas cumpliendo el ‘juego’ de lanzarse de una buseta en movimiento.

Peligrosos juegos que terminan en retos mortales toman fuerza en Cúcuta entre los niños y jóvenes. Desafíos que llevan a poner en ridículo a otros, cantar frases de canciones en plena calle, declararle el amor a algún desconocido, son algunos de los retos de moda por estos días entre la población estudiantil. 

Pero a la par de estos, otros más peligrosos que atentan contra la integridad física también vienen tomando fuerza, como utilizar un borrador para ‘borrarse’ alguna parte de la piel mientras se responde un cuestionario, o parar una buseta y luego de que haya arrancado lanzarse. 

Estos son apenas dos de los ‘famosos juegos’ que se comparten adolescentes cucuteños vía redes sociales. 

Recientemente, un video que se hizo viral mostraba a dos alumnas vestidas con el uniforme del Colegio Municipal María Concepción Loperena, cumpliendo el reto que las llevaba a lanzarse desde una buseta en movimiento. Una de ellas sufrió raspaduras en sus glúteos.

¿Qué pasó? 

El pasado miércoles 6 de marzo, siete adolecentes (cinco niñas y dos niños) que salieron del colegio municipal hacia sus casas, decidieron primero ir a comprar helados. Sin embargo, antes de llegar a la heladería hicieron uno de los famosos retos.

“Yo propuse jugar los retos y dije que hiciéramos el de decirle a un desconocido ‘tú me gustas’; pero uno de los dos niños que estaba con nosotros dijo que era mejor el de la buseta (pararla, montarse y luego de arrancar, tirarse). Otra compañera y yo fuimos las escogidas para cumplirlo, aunque yo tenía miedo porque nunca lo había hecho”, contó una de las adolescentes que fue grabada por sus compañeros.

En el video se ve a las dos jóvenes que cumplen el reto, y el momento en el que una de ellas termina en el suelo, lastimada en sus glúteos. 

Según la adolescente, a quien le reservamos su identidad, todo se complicó cuando le pidieron el video a quien grabó, pues habían acordado no publicar nada en redes sociales. Sin embargo, no ocurrió así.

“Una compañera no cumplió el trato y lo subió a un estado de Whatsapp con un corazón para que no se vieran nuestras caras, pero luego no sé cómo ese video terminó en todos los teléfonos de los estudiantes y no supimos quién lo montó primero a Facebook”, dijo la joven. 

Una vez en redes sociales, las directivas del colegio involucrado pidieron la presencia de los padres de familia para hacerles saber lo ocurrido. Se conoció que las tres menores, las dos que aparecen en el video y quien grabó, tienen matrícula en observación.

 El coordinador del colegio, José Vera, aseguró que esto tiene que ver con que los alumnos se comprometan con un cambio total de comportamiento. 

“Se citaron a los padres de familia, se les hizo seguimiento a los alumnos, se orientó y ahora se pasará a comité de convivencia para continuar con el proceso. La medida se tomó porque pusieron en juego la imagen de la institución, y por supuesto sus vidas; eso no puede pasarse por alto”, señaló el coordinador.

¿Qué hacer para evitar esto?

En busca de contrarrestar estos peligros, se consultó con profesionales de la Corporación Autónoma Minuto de Dios (Uniminuto), para lograr conocer qué se puede hacer para evitar estos casos.

Dary Medina, sicóloga de la Uniminuto, explicó que “el celebro de los adolecentes tiene altos niveles de dopamina, una sustancia que les hace sentir placer, por eso son impulsivos y muchos están hipervinculados a las redes sociales. Es ahí donde pueden verse involucrados en una presión social para buscar aprobación, y por eso terminan metidos en esos famosos retos que ahora son más eventos de riesgo que cualquier otra cosa”.

Y recomendó: “Es necesario que el uso de las redes sociales sea acompañado y supervisado, pues por estar en busca de ‘likes’ o cientos de comentarios, hacen todo tipo de cosas. Para sobrellevar la necesidad de sentir placer, se recomiendan actividades recreativas, lúdicas o deportivas”, señaló la profesional.

Para David Soto Quintero, profesor de seguridad y salud en el trabajo de la Uniminuto, lo peligroso de todo esto es que pudo haber terminado en una tragedia; por eso, advierte que lo sucedido tiene que convertirse en una señal para que las instituciones y los hogares orienten sobre los peligros que estas prácticas conllevan.

“Esto muestra que en las instituciones es necesario que se maneje un plan estratégico que involucre a todos y evite estas prácticas que podrían terminar en un final lamentable”, puntualizó. 

Redacción Q'Hubo

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Viernes, 22 de Marzo de 2019
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