Una pequeña casa en el barrio Motilones será la casa del hip hop en la ciudadela Juan Atalaya desde el mes próximo.
Y no es que los miembros de la Fundación Hiphoppaz se hayan cansado de hacer hip hop en la calle, de donde son sus raíces, sino que le apostaron a tener una sede propia con miras a construir una gran universidad de este género urbano.
Con miras a fortalecer su proyecto educativo, artístico y cultural, se establecieron en Motilones para poder aplicar a proyectos de estímulo del Ministerio de Cultura y triplicar su accionar en Scalabrini, Colombia 1, Buenos Aires, La Ermita, y Camilo Daza.
Camilo Guerrero, director de la fundación, asegura que en los dos años que lleva Hip Hoppaz en la ciudadela ha hecho que unos 400 jóvenes le apuesten a la música como medio transformador y generar de paz y convivencia.
“El hip hop mueve mucho a los jóvenes de estos sectores y estamos seguros que seguiremos logrando grandes transformaciones sociales”, explica emocionado.
El canto y el baile es el hilo conductor de la fundación. Su meta incentivar el espíritu de liderazgo y organización juvenil.
“De nada nos sirve dictar simplemente talleres de hip hop si no hay un componente que organice y transforme la realidad en la que viven estos muchachos”, explicó el líder juvenil.
El 16 de marzo, cuando se inaugure esta primera sede, la fundación hará un llamado a organizaciones culturales y municipales que quieran ayudarlos con la dotación de su nueva casa para poder entrar en funcionamiento.
“Nosotros sobrevivimos como fundación con las uñas por lo que acudimos a la solidaridad de los cucuteños para poder brindarles un mejor espacio y una mejor atención a nuestros jóvenes”, dijo Guerrero.
Esta semana la fundación está en proceso de matriculas. La idea es formar grupos de 10 y 12 personas para trabajar por horarios en la pequeña casa del hip hop. Mensualmente visitan los colegios de las comunas 7 y 8 para darse a conocer y expandir su labor.
“Queremos convertirnos en un gran motor del sector artístico y cultural del departamento”, sentenció Guerrero.
La articulación y el constante diálogo con la comunidad es la base de Hiphoppaz, que poco a poco ha acabado con el estigma de su género en la región, con sus acciones de arte y liderazgo.
*La Opinión