La vulneración de los derechos de los niños, los habitantes de la calle, su limitada atención y un informe con más fotos que resultados, fueron criticados en el Concejo, durante el debate de control político a la Secretaría de Bienestar Social.

Para el concejal Juan Capacho, el informe presentado no alcanzó las expectativas, en especial porque tras dos años y siete meses de la actual administración, aún no hay cómo medir indicadores, según lo cual “están rajados”.

Para Capacho, la crisis de atención a la población más vulnerable se convirtió en “tomadera de pelo constante”, e instó a la Personería a hacer seguimiento riguroso a la protección de los derechos de los niños.

“Van varios debates y es la misma situación: no se ve orientación de la política pública, pero sí muchas fotos, sí muchos contratos, y muchas acciones dispersas que doblan los esfuerzos, contrariando los principios de eficacia y planeación administrativa, pero, ¿Dónde está el impacto?”, cuestionó.

Por su parte, el concejal Oliverio Castellanos lamentó que el cambio entre las administraciones radique en el cambio de uniformes para las asociaciones, pero no hay una política que trascienda y beneficie a los ciudadanos.

“La única diferencia es que Donamaris los vestía de verde, y este de amarillo”, dijo. “¿Será que los recursos públicos son para uniformar asociaciones, o hay que redireccionar las acciones para generar real impacto?”.

Entre tanto, el concejal Alexánder Salazar instó a la administración a propender por un centro de rehabilitación u hogar de paso para los indigentes.