La Alcaldía no tenía conocimiento del abandono en que se encontraba esta avenida y solo hasta ayer dijo que se iba a programar una visita técnica al lugar para trazar un plan de recuperación del sistema pluvial.
Las cunetas, a ambos lados, de la avenida Demetrio Mendoza representan verdaderas trampas mortales para conductores de carros y motocicletas e, inclusive, de ciclistas y peatones, debido al abandono en que se encuentran y a la falta de mantenimiento.
La vía hasta hace apenas dos años permaneció en excelente estado bajo la administración de la compañía San Simón, pero tras la finalización de la concesión, entró en decadencia.
Incluso las instalaciones del peaje que operaba metros delante de la glorieta de El Escobal sirven ahora de dormitorio de habitantes de la calle.
Conductores de servicio público denunciaron a La Opinión que en las noches esta avenida se vuelve peligrosa, no solo por los huecos que están expuestos a ambas orillas, sino debido a las fallas que presenta el alumbrado público.
“Todo a lo que no se le hace mantenimiento entra en ruina”, dijo Alejandro Monsalve, líder cívico de Prados del Este y El Escobal, en franca alusión al abandono de este corredor que conduce hacia el centro de la ciudad el flujo vehicular que procede del nororiente.
La Secretaría de Infraestructura de Cúcuta solo respondió que se realizará una visita técnica para determinar el grado de afectación de esta estructura de drenaje y establecer el respectivo plan de intervención, pero no garantizó si esos trabajos se adelantarán en esta administración o quedarán para la próxima que asuma a partir del primero de enero de 2024.