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Suerte de mineros, nada ‘positiva’

Exigieron a la Superintendencia Nacional de Salud que intervenga pues se sienten ignorados por el Estado.

Rubén Darío de Jesús Velásquez Zapata, de 38 años, ha pasado los tres últimos años de su vida lidiando con un dolor intenso que no le permite conciliar el sueño.

En 2012, estando en uno de los socavones de la mina donde trabajaba, en el municipio de El Zulia, una roca de 250 kilos se le vino encima y a partir de ese momento su vida le cambió de manera extrema.

Su chasis, como él mismo califica su contextura física, quedó seriamente descompuesto. No le permite hacer nada que represente el más mínimo esfuerzo. Camina ayudado de muletas y el único peso que puede resistir es el de tres libras y el de la ropa que lleva puesta.

“La piedra que me cayó encima me quitó prácticamente la vida, porque quedé peor que un inútil por las lesiones que me produjo en mi columna”, dice Velásquez.

Pero si algo aniquila y atormenta a este hombre, tanto o más que las lesiones que le dejó el accidente en la mina, es el dolor que se le derivó del mismo, por el cual debe aplicarse morfina en todo momento.

Después de recibir los primeros auxilios, Velásquez emprendió otra dura batalla, esta vez no contra el dolor sino contra la aseguradora de riesgos profesionales Positiva, en la búsqueda de que se le calificara su estado físico, se le brindara tratamiento médico especializado para sus males y, por supuesto, se le reconociera una indemnización.

Asegura que de esto no ha recibido sino burlas de Positiva, “porque se ha dado el lujo de calificar olímpicamente que mi incapacidad y mis males son enfermedades comunes que traía a cuestas de tiempo atrás y no profesionales, derivadas de mi oficio en la mina”.

El caso de Velásquez es similar a los de un centenar de trabajadores mineros que luego de accidentarse en los socavones quedaron lisiados y no han podido, por ningún medio, que se les califique su real incapacidad física, sus tratamientos médicos especializados ni sus indemnizaciones de ley.

Ni siquiera con tutelas los afectados han logrado continuar con los trámites ante la aseguradora del Estado.

“En mi caso me han hecho perder dos citas en Bogotá en la clínica del dolor. La primera fue el 16 de julio, me llevaron y me dejaron botado. La saqué de nuevo, pero esta vez no me llevaron y después con cinismo me llamaron a preguntarme que cómo me había ido en el avión”, dijo Velásquez.

Otro trabajador minero, Alcides de Jesús Vásquez, aseguró que luego de su accidente de trabajo en la mina La Palmera, el médico le ordenó tratamiento con fisiatras, ortopedistas, cirujanos, siquiatras, sicólogos y terapias físicas.

Al igual que Velásquez, tampoco ha logrado que Positiva le reconozca su incapacidad y le costee sus traslados. “Llevo tres años reclamándole a la aseguradora, pero no me responde”, dice Vásquez.

Jorge Eliécer Calvo Suárez aseguró que Positiva le calificó su incapacidad producto de un accidente en la empresa donde trabajaba como una enfermedad común.

A Leonardo Antonio Casadiego, trabajador de la Compañía Minera Cerro Tasajero, una roca que se le vino encima mientras trabajaba en un socavón le amputó de tajo el talón de su pierna izquierda.

“Pido que me remitan a fisiatría, porque me dieron de alta y  yo no puedo caminar bien. He pasado derecho de petición, pero no me solucionan nada ni siquiera para las terapias. Para ellos estoy bien, pero yo me siento mal”, relató Casadiego.

Dijo que Positiva no le responde los derechos de petición sobre su incapacidad.

La historia se repite

Desde 2010, cuando se iniciaron las protestas contra Positiva ARP, al menos cien trabajadores mineros han desfilado por los estrados judiciales en busca de que esta aseguradora cumpla la ley.

Un argumento común entre los afectados es que para demostrar que están enfermos por su actividad laboral, Positiva les niega el reconocimiento que garantizaría un tratamiento. Esto lo negó la aseguradora. (Ver recuadro).

Responde positiva ARP

Positiva compañía de seguros S.A.  respondió a las quejas de los mineros de manera contundente: ninguna pretensión que consagra la ley para estas personas se ha dejado de cumplir por parte de la aseguradora.

Frente a los costos del transporte que reclaman señaló que en su mayoría, luego de los estudios y confrontaciones hechas, se comprobó que son irreales. Agregó que para garantizar los traslados de los usuarios a los tratamientos médicos, Positiva aprobó el servicio de transporte para asumir ese gasto directamente mediante un bus que va hasta la casa de los pacientes y los lleva a las clínicas y los regresa a la casa, todo de manera gratuita.

Este servicio se les notificó a cada uno de los usuarios para que hagan uso de él cuando lo requieran. En relación con las calificaciones sobre sus males, las que se han emitido se han hecho ajustadas al marco de ley. Señaló que hay usuarios que se inventan incapacidades y males y luego se los trasladan a Positiva, cuando, en casi todos los casos, son de competencia de las empresas prestadoras de salud y no de la aseguradora.

En los casos particulares de los mineros que se encadenaron la semana pasada, Positiva dijo que a cada uno se le respondió su reclamo. En el caso del usuario Rubén Darío de Jesús Velásquez, señaló que la calificación que se le dio a su incapacidad corresponde a la real.

 

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Orlando Carvajal - Periodista La Opinión
Orlando Carvajal
Sábado, 26 de Septiembre de 2015
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