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Cúcuta
Toque de queda de las bacrim en zona rural de Cúcuta
Habitantes denuncian amenazas “para que nadie se mueva de sus casas después de las 6 de la tarde”.
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Martes, 6 de Febrero de 2018

No todo lo que sucede en el sector rural de Cúcuta y Puerto Santander se hace público. El silencio y el miedo son cosas que deben conjugar con estricto cumplimiento las comunidades de estas zonas donde hacen presencia las bandas criminales (bacrim) Los Rastrojos, el Clan del Golfo y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.

En la última semana, a pesar de que las autoridades niegan que exista un plan desestabilizador de grupos armados ilegales para mantener atemorizada a la comunidad de Puerto Santander y de corregimientos de Cúcuta como Palmarito, Banco de Arena, Puerto León, Agua Clara, Guaramito, Buena Esperanza, y veredas como Agualasal, Vigilancia, La Silla, Lleras, otra cosa es lo que aseguran los pobladores que viven allá.

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Vía telefónica, campesinos de estas zonas rurales le aseguraron a La Opinión que “hay un plan en marcha en estos momentos, y amenazas vía redes sociales para que no mandemos los niños a las escuelas y para que nadie se mueva de sus casas después de las 6 de la tarde”.

“La situación es bien grave, y por eso nadie se atreve a hablar ni a denunciar. Es más, también están prohibidas las reuniones”, dijo un habitante de la vereda Agualasal que pidió mantener su identidad en el anonimato.

Agualasal es una vereda de Palmarito en la vía que conecta con la Ye de Astilleros, en El Zulia, por donde se dice pasa todo el contrabando de gasolina que entra de Venezuela por el corregimiento de Guaramito. También es la vía por donde se mueve el narcotráfico que sale de Colombia hacia Venezuela.

Esta zona rural, que comprende Puerto Santander, Palmarito, Buena Esperanza y Guaramito, es en estos momentos la que mueve el mayor volumen de contrabando de combustibles, carnes y alimentos procedentes del vecino país, aseguró el director de la Fundación Progresar, Wilfredo Cañizares.

“Esto, básicamente, es lo que la hace atractiva para Los Rastrojos y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, cuyos mandos tienen declarada una guerra sin cuartel para hacerse al control, “De ahí los panfletos, el toque de queda y las matanzas que desde comienzos de año se han producido en Puerto Santander y en la vereda Vigilancia”, señaló Cañizares.

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El defensor de derechos humanos dijo además que pobladores de la vereda Vigilancia denunciaron la muerte allí de diez hombres  y la desaparición de otra cifra igual, de venezolanos, en Puerto Santander, a manos de Los Rastrojos.

En el presente año, En Puerto Santander, según diligencias de levantamiento de cadáveres la Fiscalía, se contabilizan tres personas muertas, según se dijo, de nacionalidad venezolana. En Banco de Arenas, otras dos, y en Puerto Lleras, vereda de Buena Esperanza, dos más (padre e hijo), que se dedicaban a la venta de gasolina.

El comandante de la Policía de Cúcuta, coronel Javier Barrera, desmintió las matanzas que señalan que campesinos al igual que bandas criminales estén detrás de los panfletos que circularon en el sector rural de Cúcuta en los últimos días.

Tropas del Ejército hacían presencia este martes en todos los corregimientos de Cúcuta, en apoyo a las operaciones de la Policía.

El alcalde César Rojas sostuvo un encuentro con dirigentes comunales del sector rural, al igual que con directivas de la Asociación de Institutores de Norte de Santander (Asinort), y de ello se desprendieron acciones para devolver la normalidad a las actividades académicas, al igual que en materia de seguridad y bienestar.

Rojas anunció el refuerzo del pie de fuerza al igual que un consejo de gobierno en próximos días en la zona rural.

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