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Cúcuta
Tras 40 años con agua contaminada, Buena Esperanza tiene líquido potable
Cens instaló un punto del vital líquido en el corregimiento y recalcó que es necesario multiplicar esta idea.
Martes, 20 de Octubre de 2015

Desde el miércoles pasado, 230 estudiantes del Instituto Técnico Buena Esperanza dejaron de beber el agua contaminada que va por el canal que recorre su corregimiento cucuteño y abastece unas 1.400 personas.

Los pequeños, que cursan desde preescolar hasta el quinto grado de primaria, al menos durante sus horas de estudio dejarán de ingerir el líquido que durante años, según cuenta la misma comunidad, ha estado infestado con pesticidas, basura, y “hasta muertos” de origen animal y humano, que han bajan por ese mismo canal.

Al menos eso cuentan los vecinos de la vereda Buena Esperanza, desde este martes más satisfechos, pues después de 40 años, llegó a sus tierras el único punto de agua potable para la zona, con la entrega de una solución de potabilización por parte de la empresa Centrales Eléctricas.

Pese al empeño del saliente gerente de la entidad, Alberto Rangel, de ampliar la cobertura de estos sistemas, durante la apertura simbólica de la planta dijo, en un sutil tono de queja, que solo pudo lograr esta para Cúcuta.

“Le dije a Donamaris que hiciéramos cofinanciación, pero no pudimos firmar el convenio para beneficiar otras instituciones educativas”, contó.

Aun así, no desaprovechó la oportunidad para insistir en que es necesario multiplicar la idea, más que con intenciones, con recursos.

Por eso decidió interrumpir el protocolo y dijo a docentes y estudiantes: “escríbanle a Donamaris para que ayude a cofinanciar este proyecto”, mientras recordó que este lunes se aprobó el presupuesto de la empresa, en el que se dejaron $800 millones para este programa de responsabilidad social.

“Le debíamos este beneficio social a Cúcuta, porque ya hemos avanzado en zonas como el Catatumbo, donde 3.400 paisanos nuestros también van a tener agua potable”, comentó.

Lo que aún se espera

Si bien los padres de familia y los docentes aseguran que la vida de los niños cambió desde la semana anterior, cuando se probó la planta, insisten en que el gobierno local tiene una enorme y atrasadísima deuda para llevar agua potable para todos.

“¿Por qué, si hacemos parte de Cúcuta, no hay agua?”, cuestionó Libardo Cuberos, presidente de Asojuntas, mientras Luciana Blanco, docente del segundo grado, relató que antes debían hacer actividades en cada salón para tener siempre un botellón, pero en los baños pasan semanas sin gota de agua.

Aunque ahora los habitantes de la vereda pueden servirse de esta planta, que tiene capacidad para 17 mil litros, la solución podría convertirse en la única alternativa para beber agua limpia y, lo que es peor, dicho por uno de los presentes en la inauguración, “tocará empezar a pimpinear de esta agua para el consumo”.

 

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